Prevenir es curar, no haría falta vigilar ni castigar
No hace falta que lo diga Aristóteles o Descartes para que algo tenga valor de verdad, mas bien hace falta experiencia para saber hablar de la realidad. El rengo, como le dicen a Daniel Díaz, está preso en el penal de Loreto, escribió un libro, Detrás de la Muralla, donde cuenta que no solo los presos están de tras de un muro, sino los alcohólicos, los drogadictos, los enfermos, los que con su voluntad si se lo proponen pueden derribarla. “Siempre hay una salida, yo la encontró dentro mió, muchas veces tenemos todo, y nos quejamos de todo” contó. Pasó por los penales de Devoto, Ezeiza, hasta organizó u motín en la cárcel del Dorado, por eso sabe de lo que habla, asegura que la cárcel no rehabilita a nadie, que hay que cambiar ese sistema, bajar la edad de imputabilidad es un error, ya que si ha un chico de 14 años lo ponen preso lo forman como un delincuente, cuando salga va a matar gente. Estarán formando verdaderas bombas. También dijo que cuando se libera a un recluso hay que brindarles apoyo y contención para que no vuelvan a reincidir. Si prevenir es curar, no hará falta vigilar ni castigar.
Pablo
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