Detener el éxodo del campo

¿Agricultura para que? ¿Agricultura para quien? Siendo ex colonias, estas preguntas son fundamentales, ya que el que no sabe a donde va jamás tiene vientos favorables como dijo un amigo: “El presente solo tiene sentido cuando entendemos que el futuro va ser producto del pasado”. La consolidación de un proyecto productivo, extractivo y de transferencia de Naturaleza de los países del Tercer Mundo a los países industrializados en función de la acumulación y la ganancia es un hecho gracias a la expansión de los Monocultivos, los que produce un desplazamiento de familias de agricultores que son olvidados por sus representantes que dejan que sus derechos económicos, sociales, culturales y ambientales sean violados. Sin proyectos que los apoyen en su medio de subsistencia deben emigrar dejando atrás lo que los unía su vida al tejido social, a la naturaleza y a lo sagrado. La soja, el monocultivo de árboles, hace que uno sea el negocio, uno sea el pensamiento, uno sea el que gana, y muchos lo que quedan fuera, perdiendo su identidad rural, su paisaje, sus tierras. Solo fortaleciendo el mercado local, diversificando la agricultura, con políticas tendientes a construir y fortalecer la soberanía alimentaría, podremos detener el éxodo del campo.
Pablo

Comentarios

Entradas populares de este blog

Efecto Hawthorne

Comer, coger y dormir

Todo preso es político...