Vientos en contra
Los perros ladran cuando la caravana avanza. Cuando un gobierno tiene una oposición fuerte, intensa, es porque el gobierno es fuerte e intenso, de lo contrario no hubiese aguantado o se hubiese doblado o quebrado, la calidad de un gobierno se mide por la calidad de enemigos. Llama la atención como todos saben de política en este país, porque critican al gobierno como si fuesen expertos en ciencias políticas con experiencia basta en el tema, algunos hasta mienten descaradamente, porque saben que: miente, miente que algo quedará, parecen tener varitas mágicas que arreglarían todo de un día para otro, lo que no se percatan es que esto no existe, porque los cambios son lentos, especialmente en la magnitud de un país, donde tantos grupos demandan cosas diferentes y no se puede solucionar el problema de los pobres, de los ricos por arte de magia, sin negociar, sin enfrentar. Hay políticos que no pueden disimular la envidia del cargo y parecen desconocer la historia de este país. Cuando estaba la dictadura, el gobierno neoliberal de Menem, nadie decía nada o eran pocos lo que lo hacían, no hay que generalizar, se vendía el país era una fiesta, ahora todos critican, debe ser que se están haciendo las cosas bien. Por eso un gobierno democrático no se debe asustar de su oposición, como dijo uno: No critiques a tu enemigo que por ahí aprende, las críticas al oficialismo son como el fuego que templa el hierro, lo hace mejor, lo posiciona mejor, lo vuelve más objetivo, más equilibrado, más maduro, cuando no hay oposición es como un adolescentes sin padres que hace lo que quiere, tarde o temprano comete algún exceso y termina mal, el partido único del Nazismo si hubiese permitido la oposición no hubiera cometido tanta aberración. Por eso el gobierno nacional tiene que aprovechar los vientos en contra, aunque no llegue tan rápido a la meta, debe ajustar las velas hasta llegar a destino. Claro a veces la oposición es tan malvada que intentara hundir el barco, a pesar de hundirse con él, pondrá piedras en el camino, disparara misiles, mandará buques de guerra, pero esto no debe asustar, quien sabe a dónde va no teme ningún obstáculo, porque cada vez que los sortea se vuelve más fuerte. La dicha no está en llegar sino en saber navegar, mantenerte a flote y las tormentas aguantar.
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