EL verdadero rostro de la humanidad
Hacia 430–426 a. C. una devastadora epidemia mató a un tercio de la población ateniense, incluyendo a su líder Pericles. La plaga mortal, que se cree fue fiebre tifoidea, acabó con la vida de 50.000 atenienses. Los efectos de la peste fueron tan devastadores que los pilares de la sociedad aténiese se derrumbaron, a los hombres no les importaba ninguna norma ya sea religiosa o moral, no veían como útil ser bueno ya que el malvado corre la misma suerte. El terremoto en Chile hizo que de repente aparecieran los pobres. Hordas de desesperados atacan casas, supermercados en busca de víveres, ya no entienden de respeto a la propiedad privada, la ley y el orden, lo único que les queda es sobrevivir un día más. El terremoto ha sacado a la luz la realidad de la pobreza y la exclusión en Chile, cosa de la que se ha hablado muy poco, pero siempre existió. Las catástrofes ponen en juego nuestra humanidad, sacan lo que tenemos en el fondo de nuestro ser, además de mostrarnos quien esta detrás del telón. Victor Frankl escribió que en los campos de concentración nazis, se diferenciaron rápidamente los santos de los cerdos, el hambre los descubrió. “Esa hambre era la misma en un caso que en otro. Sin embargo la gente se diferenciaba” Claro que en Chile no podemos poner en pie de igualdad a los ricos y a los pobres, ya que los primeros tienen otro techo donde cobijarse, otro pan para comer, en cambio los segundos no. Esto puede servir en como una muestra de la conducta del ser humano frente a las catástrofes ¿Que pasará si se incrementan las sequías e inundaciones por el calentamiento global? La necesidad puede ser la mejor maestra, pero puede se la mejor maestra de verdugos, ojala este equivocado pero cuando el pronostico dice que va a ver mal tiempo es mejor salir con piloto, mejor todavía tener un techo donde cobijarse.
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