Durkheim Civilización o barbarie

Durkheim piensa que la felicidad del ser humano solo es posible si este no exige más de lo que puede ser acordado ¿Pero como fijar la cantidad de bienestar legitimo que puede perseguir el individuo? “Los límites no deben buscarse en su constitución orgánica, ni psicológica. Librado a sí mismo, el hombre se plantea fines inaccesibles y así cae en la decepción. En nombre de su propia felicidad, habrá que conseguir que sus pasiones sean contenidas hasta detenerse en un límite que sea reconocido como justo. Este límite debe ser impuesto por los hombres desde afuera por un poder moral indiscutido fundado una ley de justicia. Pero ella no podrá dictársela ellos mismos, deben recibirla de una autoridad que respeten y ante la cual se inclinen espontáneamente. Únicamente la sociedad, ya directamente y en su totalidad ya por mediación de uno de sus órganos, está en condiciones de desempeñar ese papel moderador, porque es el único orden moral superior al individuo y cuya superioridad es aceptada por este”, por eso hemos inventado el Estado, pero cuando al estado lo usurpa una clase para imponerse por sobre otra, falla su sentido mediador, para convertirse en explotador. El orden moral es equivalente al orden social, este a su vez se expresa como un sistema de normas que por su parte se constituye en instituciones. El individualismo moderno hizo que no se tenga en cuenta este orden moral imperativo de una ley de justicia, los desordenes están a la vista, solo basta mirar la crisis ecológica, económica, por eso el papel moderador de las instituciones debe recuperar su rol conciliador entre los fines insaciables del individuo con los fines de los demás buscando el equilibrio que logre una pacifica convivencia. Cuando una sociedad esta demasiado polarizada económicamente es porque un grupo impone la normas desde afuera, aunque no es conciente esta enferma, sus prácticas jurídicas, sus normas y creencias han quedado antiguas, cuando acepta la pobreza, la guerra, la contaminación como normal, la sociedad debe repensarse y mejorar aquellas normas que no le permiten vivir más dignamente, si el ser humano no crítica sus instituciones, es como no cambiarle el aceite al auto, tarde o temprano el motor se parará, la naturaleza esta en constante adaptación si no imitamos esto, la civilización se parará para dar lugar a la barbarie.

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