Bien común, el menos común de los bienes

Dios ha hecho al ser humano para que este sea feliz; pero le dio la libertad para que la encuentre por si mismo, nada estaba servido, todo había que inventar, en el mundo hay demasiadas complicaciones que no le permiten ser feliz, y la mayoría son provocadas por su libertad. El ser humano elige, pero elige mal, porque se deja llevar por su instinto de supervivencia exacerbado el que lo lleva a acaparar tierras, riqueza, dinero, poder, es un animal de manada y su instinto lo lleva a dominar, el único animal que acumula por acumular y para conservar todo lo ganado lo hace a través de las armas y la explotación del otro. Pero a través de las armas o de la injusticia nunca podrá ser feliz, porque donde hay armas o injusticia hay guerra, esta que es generar daño a los demás para sacar beneficios personales y mientras el ser humano vea sufrir a los seres de su misma especie nunca podrá ser feliz, ya que todo ser humano posee una empatía innata que le hace sentir lo que siente el otro, y cuando mas este rodeado de buena vida, mejor vivirá la suya. La mayoría de los seres humanos pasa sus días queriendo impresionar a los demás, para esto cae en una tiranía de su yo, busca acaparar la atención de los demás con lujos, riquezas, grandes casas, sin darse cuenta que en vez de vivir para el esta viviendo para los demás lo que a parte de quitarle libertad le genera una gran frustración. Por eso para ser feliz necesita elegir bien y para esto necesita equilibrar su instinto de supervivencia con el bienestar de los demás, con la justicia que permite distribuir los recursos para que todos puedan vivir con dignidad.

Una docente se quejaba ya que la asignación familiar establecida por el gobierno permite que una persona desocupada con muchos hijos gane tanto como el sueldo de un docente que trabaja para vivir, siendo la asignación de este mucho menor, pensaba esta docente que esto incentiva el desgano y la mediocridad, ahora bien ¿acaso no quedamos que la gente de este país iba a trabajar para el bienestar general? ¿Por qué entonces pensamos que ayudar al más pobre es un signo de debilidad? ¿Esto no sería una reminiscencia al nazismo? ¿Acaso la Constitución Nacional no les garantiza los derechos básicos a todos los habitantes de este suelo? Causa mas daño a este país la malnutrición de sus niños que las horas frente al televisor de sus trabajadores, es triste cuando vemos que poco nos preocupan los demás, como cuando vemos las ganancias estrafalarias de un funcionario público que sabe ser buen empresario, pero que olvida su rol publico ocupando sus energías en incrementar su patrimonio cuando su función no le debería dejar tiempo para estar concentrado en los intereses personales. Si un funcionario público no es capaz de renunciar a sus apetitos, mejor que se dedique a otra cosa y deje la política a manos de la gente que le preocupa el bien común.



Leer: El señor de las moscas de William Golding

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