Tareferos de mi tierra

Que contradicción, mientras volvía de El Dorado de hacer tramites en la AFIP, para pagar mas impuestos, que luego serán volcados en una mejora de la calidad de vida de los habitantes del país, a la vuelta me agarro un corte de ruta hecho por tareferos, en reclamo del cumplimiento de los fallos judiciales que obliga a la ANSES al cese de los descuentos de las asignaciones familiares. Exigen además del acceso indiscriminado al subsidio para la inter zafra y una asistencia concreta y continua a los trabajadores que se están en negro. “El precio de la hoja verde tiene que pagarse $1.20 como mínimo para que el tarefero pueda recibir 18 pesos por cada raído de 100 Kg. y no la miseria que estamos cobrando ahora” sostuvieron los manifestantes. A todos nos gusta tomar mate o tereré y nos gusta vivir confortablemente. Hay que ir a cosechar yerba para saber lo que es el trabajo de un tarefero, conocer sus campamentos, sus familias y su quehacer de sol a sol. Esta bien que gane el molino, que gane el comerciante, pero también tiene que ganar el trabajador que con sus manos y sus sudores cosecha la yerba que luego será nuestro mate cocido mañanero, nuestro mate compañero o el helado de algún japonés ingeniero. La asistencia del estado por lo tanto es necesaria para que el tarefero pueda vivir bien como los dueños de los grandes molinos, bueno ellos no piden tanto, solo piden dignidad que es lo justo.

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