El casino de los ricos
Argentina esta mas preocupada por cumplir con las exigencias de los acreedores que con su población pobre. El pago de la deuda reduce el dinero requerido para incrementar los salarios, mejorar las jubilaciones, poner fin al deterioro de los hospitales públicos, asegurar el inicio de clases satisfaciendo las demandas de los docentes etc. Los legisladores han cajoneado todas las investigaciones de este despojo y miraron para un costado cuando la investigación de Olmos y el fallo del juez Ballesteros declaro la inconstitucionalidad de la deuda. A través de las sucesivas renegociaciones y canjes de títulos buscaron borrar las huellas para sepultar el origen de ese negociado, y volvemos a pagar sobre pagado. Ajustan recortando el gasto social, dando por sentado la legitimidad del pago. Con esto dicen que logramos el retorno al mercado privado de crédito, para quedar nuevamente atados a los bancos. La deuda pública situada en 128.000 millones de dólares luego del canje se incrementó a 145.700 millones en la actualidad. Es un verdadero despropósito que mientras se habla de custodiar las reservas se mantengan intactos todos los mecanismos que periódicamente facilitan la fuga de capitales (40.000 millones de dólares desde el inicio de la crisis internacional): el Control de Cambios es la única medida efectiva que puede contener este drenaje de riqueza, solo producida por los trabajadores y de la que otros se apropian y los fugan. Resulta indispensable poner en marcha inmediatamente la Auditoría Ciudadana de la Deuda, para retomar la investigación ya realizada de los fraudes y someter todas las operaciones posteriores a una rigurosa verificación de su legalidad y legitimidad. En los casos que correspondan estas medidas deben ser acompañadas por la suspensión de pagos.
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