Elecciones Misiones 2009

Tiempo de elecciones, tiempos de esperanza, tiempos de promesas, tiempo de compromisos. Y así ocupan cargos, con una lista grande de tareas por hacer, pero que el tiempo se ocupa de desmerecer, como con Alzheimer que los hizo desconocer. Los santos quedan un poroto al lado de la imagen que se crean para ganar las elecciones. Pero ¿por qué después no cumplen con lo prometido? Porque era fácil decir, armar castillos en el aire, ser hermano de todos de quienes piensan luego sacar beneficios, tener promesas verborragias que no se piensa cumplir; porque cuando se quiere llevarlo a la realidad, estas promesas chocan con muchos intereses, y como el poder económico siempre se impone por sobre las cosas, es el que termina determinando la conducta que deben seguir los candidatos. El sistema esta tan bien armado, que si uno quiere ir en contra de sus mecanismos, queda afuera, por eso solo debe sentarse en el trono a mirar el libre juego de la oferta y la demanda, de cómo los grandes se comen a los pequeños. No es que el poder va a cambiar al poder, sino que es la gente que lo debe hacer. Las personas dicen: el país esta así por culpa de los políticos, y no se da cuenta que el estado de las cosas sigue así, porque mientras repiten esa frase se duermen en sus críticas soñando paraísos, no por lo que políticos hacen, sino por lo que se les deja hacer. Por eso de lo que se trata es de aumentar el poder ciudadano, de mejorar las instituciones, de cumplir con las leyes, de concientizarnos del voto castigo para no votar a los que nos hundieron en un lodazal. Lo que determina la política no es tanto el llanto de la gente sino el lobby que se hace en los pasillos de las casas de gobierno, no es cuestión de llorar por llorar, sino de que en los pasillos de nuestros gobiernos donde transa la muerte con la injusticia, desplazarlos con la luz, la transparencia y la verdad.

Pablo Martín Gallero

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