Agrotóxicos
Un conocido diario hizo público que a trece años de fiebre sojera, una investigación científica de laboratorio confirma que el glifosato (químico fundamental de la industria sojera) es altamente tóxico y provoca efectos devastadores en embriones. Así lo determinó el Laboratorio de Embriología Molecular del Conicet-UBA (Facultad de Medicina) que, con dosis hasta 1500 veces inferiores a las utilizadas en las fumigaciones sojeras, comprobó trastornos intestinales y cardíacos, malformaciones y alteraciones neuronales. El herbicida más utilizado a base de glifosato se comercializa bajo el nombre de Roundup, de la compañía Monsanto, líder mundial de los agronegocios. La soja sembrada en el país ocupa 17 millones de hectáreas de diez provincias y es comercializada por la empresa Monsanto, que vende las semillas y el agrotóxico Roundup. El investigador del Conicet, Carrasco rescata las decenas de denuncias y cuadros clínicos agudos de campesinos, indígenas y barrios fumigados y agrego que el uso de agrotóxicos sojeros obedeció a una decisión política que no fue basada en un estudio científico-sanitario. Alemania anunció que suspenderá el cultivo de maíz genéticamente modificado de Monsanto (el MON810), sumándose así a otros cinco países europeos que aplican la misma medida a pesar de la posición contraria de la Comisión Europea. La ministra de Asuntos Agropecuarios y de Defensa del Consumidor, Ilse Aigner, insistió en que no se trataba de una decisión política, sino de una medida basada en razones científicas y apoyado en estudios efectuados en Luxemburgo, que indican que esta variedad de maíz manipulado genéticamente presenta riesgos para algunas especies de mariposas, escarabajos y organismos acuáticos. El maíz transgénico Mon 810, que en los Estados Unidos se comercializa con el nombre YieldGard, fue alterado en su estructura genética para producir una proteína como insecticida y así repeler algunos insectos lepidópteros. El Mon 810 es cultivado en la Unión Europea, Japón, Canadá, Sudáfrica y la Argentina. Cuando el río suena es porque algo lleva. Los alimentos transgénicos son pan para hoy y hambre para mañana.
Pablo Martín Gallero
Pablo Martín Gallero
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