Guerra
¿Quien mata mas? No podemos conseguir cosas con este método matemático destructivo. ¿Quien educa más? debería ser la pregunta. En vez de matar para doblegar a los que piensan diferente, hay que educar para conseguir consenso con legitimidad, siempre da mejores resultados a largo plazo. El vino conseguido con sangre derramada no alegra el alma. Los soldados no tienen tiempo para la belleza, el enemigo en acecho no se los permite. El canto de los pájaros pasa desapercibido, la música solo es un eco vacío, solo los pasos le preocupan. La guerra no solo quita lo mejor del ser humano, sino que lo convierte en su perdición, el otro no solo es el enemigo, es la oscuridad, lo malo, el infierno. Matar para sobrevivir va convirtiendo al ser humano en una bestia tanto que a veces lo que le queda de humanidad es solo apariencia ¿Qué lógica es esa? Destruir para construir, como si no hubiésemos aprendido nada de las guerras mundiales. Las mismas manos que sirven para curar sirven para matar. La guerra nunca traerá orgullo al ser humano, si inventar, crear, curar. La historia que se escribe con balas deja cadáveres, los niños lloran y sus lágrimas ahogan la esperanza; la que se escribe con lápices deja libros y con los libros el ser humano puede reinventarse. Si ya conocemos el resultado de la guerra, porque se sigue intentando conseguir cosas por ese camino, los pocos que se benefician con la guerra, no son conscientes del daño que hacen a la humanidad. Las banderas solo sirven para las guerras, los estados bélicos cumplen el capricho de algún líder que utiliza el estado como su arma, y no como territorio para mejorar la calidad de vida de su población. Por eso el ser humano debe estar atento y cesar todo fuego, porque con la guerra no se puede vivir en paz. Siempre habrá líderes que buscaran en la guerra la solución rápida para obtener lo que quieren, pero la democracia, debe mostrar lo errado de sus decisiones, no puede pagar un pueblo, niños, civiles, el costo de la ansiedad, estamos llamados a vivir como hermanos en el mundo y debemos aprender a respetarnos, a perdonar, porque dolor con dolor se paga, hay que evitar la guerra como una plaga.
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