La pobreza del rico
La Argentina en estos últimos años tendió a inclinarse a la derecha, sonaba que de ese lado se podría encontrar la honradez y la virtud, suelen caracterizarse por defender lineamientos autoritarios, como la doctrina chocobar, el odio a los inmigrantes, pues consideran de que aumentan la inseguridad, que compiten en el mercado laboral, el repudio a los pobres, a los que reciben ayudas sociales, un discurso que muchos miran con agrado, porque echar culpas es más fácil que buscar soluciones, más cuando esas soluciones amenazan una situación individual favorable. Pero la política es privilegiar al otro lo que requiere entrega, amor, compromiso. Es deplorable escuchar como se critica el asistencialismo y no la bicicleta financiera, es una fea actitud de la clase media que le gusta señalar con el dedo, a los “planeros”, pero que no cuestiona los planes de gobierno sin sustento que no logran construir trabajo genuino. El extremismo capitaliza el discurso autoritario, porque puede ejercer un control social desde la coacción. El humor de algunos periodistas, hace que situaciones terribles pasen a ser risibles logrando expandir el nihilismo contra los débiles, habilitando el odio. Los sectores populares tienen estigma de pobres, clientelismo, narcotráfico, crimen. El clientelismo es una estrategia de sobrevivencia de los sectores populares para pasar crisis, pero se repite: _ cobran planes porque no quieren trabajar, y no reconocen el trabajo diario que hacen para obtener los recursos de la canasta básica y así poder alimentar a sus hijos ¿Cuánto le dura a una familia un plan? 8 días ¿Y los otros 22 de qué viven? Los malos análisis alimentan los prejuicios, y en vez de solucionar los problemas los empeoran, repetir frases como no quieren trabajar porque reciben planes, son todos narcos etc, que reproduce los peores estereotipos, como feos, sucios y malos. A los sectores populares los han maltratado durante muchos años, la pobreza se ha extendido. Hay que poner énfasis en la escuela, bibliotecas, computadoras, maestros bien pagos, pues no solo contienen a los alumnos, a veces son el único alimento físico y espiritual. Todos los días hacemos política, en la discusión de la mesa, en el barrio, en reuniones de amigos; ahí se juegan los cambios de encerio, porque esas discusiones serán las ideas con las que tejerán las leyes en el congreso, el congreso se hace eco de lo que se dice en los callejones. Lo irónico es tomar una posición apolítica, para cubrirse de un halo de impolutes, lo que es una decisión política. La pregunta en democracia debería ser ¿quien queda afuera? la clave de la democracia es estar abierto al que está afuera, al otro. Pregunta Byung Chul Han ¿Acaso es imposible el amor en el siglo XXI? hay un desgaste en la lógica del otro, todo tiende a resumirse en uno mismo, en lo propio, hay un corrimiento a un extremo narcisismo donde el otro va desapareciendo. Cristo no encaja en nuestra sociedad. La democracia demostró que a través del voto, tanto el pobre como el rico valen lo mismo, y como hay más desocupados que empresarios, la mayoría que la está pasando mal, pueden sumar para ganar una elección y lograr un cambio; con sus defectos la democracia, puede generar los anticuerpos que dañan el tejido social.
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