Nube ácida
Una densa niebla marrón que durante los últimos días ha cubierto nueve grandes ciudades de Irán; el viceministro de Salud de Irán dijo que alrededor de 4.460 personas murieron por la contaminación del aire en Teherán en los primeros nueve meses de 2012. Muchas personas tuvieron que ser ingresadas al hospital y los pasillos de las clínicas estuvieron llenas de gente con problemas respiratorios, niños y mujeres esperando recibir oxígeno y tratamiento. La gente no puede caminar por la calle sin llevar puesta una mascarilla, pero aún así los ojos le empiezan a llorar y les duele la garganta por la contaminación, que según los expertos está formada por partículas de grafito, dióxido de azufre y bencina. Teherán está inundada por coches y rodeada por fábricas de cemento y estaciones eléctricas. El Ministerio de Salud informó de un aumento en las enfermedades respiratorias y cardiovasculares, así como de un incremento de la variedad de tipos de cáncer relacionados con la contaminación. Parece una fotografía del futuro, pues cada vez hay más consumo de energía, más automóviles, pero esto no es proporcional al cuidado del medio ambiente. Estamos esperando tener una nube como la de Irán para poder empezar a cambiar nuestros parámetros de conducta. Los árboles son los grandes consumidores de dióxido de carbono, por lo que hay que urbanizar nuestras ciudades con muchos árboles. Las reservas van a ser cada vez mas importantes, porque allí se conseguirán las especies autóctonas que mejor se adaptan al clima. El problema ya está entre nosotros como una nube, la cuestión está en pensar cuál es la solución que le damos.
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