Hombres lobo

Todos tenemos un hombre lobo dentro lo importante es encerrarlo para que nunca salga, el que actúa bajo la presión del instinto y muchas veces es potenciado por una razón subyugada por él. El brutal asesinato de las francesas en Salta, el ataque a la turista australiana en el Bolsón; o la brutal violación a una madre entre 10 hombres en 25 de Mayo Misiones, los atroces asesinatos que vemos día a día en las noticias, muestran al rostro del hombre lobo que rebaja nuestra humanidad, nuestra alma intelectiva como le decía Aristóteles, aunque son casos particulares, no dejan de ser de nuestra especie. Es verdad que cada cultura por mas evolucionada que parezca tiene sus hombres lobos, personas que por diferentes motivos, casi siempre con historias difíciles, pierden la noción moral de lo que está bien y de lo que está mal y no respetan los derechos de los demás, que solemos leer en la sección de policiales de los diarios. La pregunta es cómo hacer para que el hombre lobo que llevamos dentro no se despierte. Hay que destacar que los seres humanos necesitamos contención, estar integrados a grupos que tutelen nuestra emoción y razón, rodeados de una atmósfera donde se respiren ciertos valores esenciales para la convivencia humana. Lo segundo es no perder la capacidad de asombro por la vida y las ganas de querer superarnos cultivando el alma intelectiva, porque cuando nos abandonamos, es cuando estamos más susceptibles a equivocarnos, saber hacia donde uno se dirige es tan importante como ir hacia allá, la vida tiene significado pero está en nosotros encontrarlo y en este misterio es donde radica la dicha de vivir. Así como cuidamos nuestro cuerpo ingiriendo comida para alimentarnos tenemos que ingerir libros, charlas, ideas, compartir, para alimentar el alma intelectiva, de lo contrario es como la luna si no crece es porque mengua. Cuando las puertas de la cultura se les cierran a las personas es cuando el hombre lobo que tiene dentro empieza a remplazar la conciencia del sujeto por ideas violentas que olvidan su humanidad, porque solo el alma intelectiva es la que doma al instinto, le pone freno y encauza su energía para que las respuestas sean favorables al sujeto y no al revés. Porque como canta Gieco ..La cultura es la sonrisa… Además es necesario que los hombres lobos de guantes blancos no devoren a los demás, porque esto aunque es una violencia menos explícita, tiene su efecto contagioso.

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