Invisible Crueldad
El ser humano no es cruel sin embargo tras vivir maltratos y sufrimiento muchas veces termina convirtiéndose en un ser despiadado, devuelve lo que ha recibido, ojo por ojo, crueldades visibles cómo las torturas aplicadas durante la dictadura militar contra mujeres, adolescentes y personas indefensas. Pero hay crueldades invisibles que muchas veces se prefiere no ver, las que pasan desapercibidas, realidades negadas, como esos momentos que las personas eligen olvidar en el inconsciente, pero que terminan manifestándose de una u otra forma influenciando en la personalidad del sujeto. Nadie puede hacer la vista gorda a cosas que nos afectan, la prensa mundial pone su atención sobre un niño que cayó en un pozo, pero no se hace nada por todos los niños que viven en los pozos de la pobreza. Pareciera que nacieron con un pecado original, familias qué no llegan a fin de mes, qué le cuesta conseguir alimentos, ir a la escuela, a la universidad, tener un lugar dónde vivir, ropa con la cual abrigarse. Los millonarios caen en el frenesí del dinero, se vuelven adictos como si fuera una droga y ya no importan los daños colaterales, ni siquiera hay un mínimo de reconocimiento a las personas del país que les ayudó a generar esa fortuna, acumuladas en paraísos fiscales. Pero las riquezas tienen el tope ético de la libertad de los demás, no se puede acumular al infinito, negando la existencia de los otros, la presencia de los otros es un límite a la acumulación, por eso el salario universal es un derecho, la igualdad de oportunidades hay que crearlas, las formas para poder ser autónomo están sesgadas, como querer ponerte a producir alimentos sin terreno, o pagar un arriendo costoso no lo hace posible a las personas que solamente cuentan con su fuerza de trabajo, la meritocracia es una quimera con la que los ricos logran excusarse. El calentamiento global, la polarización social, van a generar un montón de caos que terminará por afectar hasta en la vida de los que viven en sus palacios de cristal. Los estados deben disminuir la brecha de desigualdad con medidas económicas acordes, bajar la inflación, evitar devaluaciones que le quitan soberanía económica a los países en vías de desarrollo, para qué en la transferencia de recursos no terminan pagando siempre los más débiles; cómo los intereses usureros de las deudas, eso es la invisible crueldad. Podemos ser mejores personas, los budistas creen qué la verdadera felicidad se obtiene haciendo felices a los demás, los cristianos que hay que amar al prójimo, los filósofos que hay que hacer el bien, los científicos porque conviene. Se busca la felicidad en placeres, sin medir el daño que genera, y no puede haber verdadero placer sin medir las consecuencias, ni la meditación, ni el rezo, ni el deporte te va a dar verdadera paz, porque la paz hay que construirla con puentes, no con muros; la calidad de una vida se mide por su capacidad de contribuir el bienestar general, que te recompensa en el bienestar particular.
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