Axioma de oro

 


En la ciencia el axioma del cual se parte hace que se entiendan sus premisas, qué se mantengan y se consideren ciencia cierta, el objeto de estudio determina a donde poner el foco de atención, para científicos y el común de las personas. La teoría heliocéntrica nos ponía en el centro de la creación potenciando la mirada eclesiástica y dogmática; un telescopio lo cambió todo. Hoy en día las ciencias políticas y el sentido común, los medios de comunicación ponen el foco en la pobreza para partir en el análisis social, culpan al pobre de ser pobre, porque es vago y no quiere trabajar, solamente quieren cobrar un plan; o salir a robar, por lo cual hay que poner más cárceles, más policías en las calles… siguiendo el hilo… A los políticos les sirve como método clientelar, cobran altos sueldos, los que generan un gran déficit que todos tenemos que pagar y ya está resuelto el dilema del mal, no dando planes pareciera que cortaría el problema y podríamos vivir todos felices.  Se prefiere no ir al meollo del asunto, a partir de otro axioma para tener otros resultados, otras respuestas, estudiar sociología para entender un poco los fenómenos sociales y las consecuencias de las decisiones políticas y económicas. La meritocracia justifica la concentración de riqueza y el estado de pobreza a que quedan muchos. Pero ¿por qué no se quiere poner el foco en la riqueza?  Pues es el becerro de oro, se idolatra a los ricos, se los sigue en las redes sociales, son el modelo a seguir; ya nadie sabe quien és el Che. La falacia de la riqueza es hacer creer que todos podemos ser ricos, cuando esto está reservado para un pequeño porcentaje, como si se jugara la ruleta rusa entre 6 con 5 balas, o se lo considera como una competencia donde el podio está reservado solo al que va a llegar primero quedando la gran mayoría sin el trofeo… y se prefiere soñar con un trofeo a que todos puedan vivir un poco mejor, ya que la vida no es una competencia, no somos animales compitiendo por la presa, lo que nos caracteriza y hasta Darwin lo comprobó fue que la cooperación fue lo que nos hizo evolucionar, podemos vivir en armonía entre los seres humanos y la naturaleza. Se prefiere soñar que algún día se puede ser rico y gozar de lujos y placeres, como L-Gante o Santi Maratea, a una vida más plena, más cerca de lo justo, lo bueno y lo bello, que es lo que da verdadera paz. Puesto que en el sistema capitalista actual el éxito está en acumular recursos y riquezas, cuánto más riqueza se tiene más exitoso se cree calmar la insoportable levedad del ser; pero todo esto no es más que una falacia que mantiene a las personas esperando su turno de ser millonarios y así se les vá la vida. Hasta que no estudiemos  los problemas con sus causas y fenómenos, no vamos a poder superarlos  y aunque haya muchos sectores que así lo deseen y lo normalicen utilizando diferentes métodos,  está contradicción existencial seguirá causando daños a la mayoría de las personas; porque nadie puede ser si no permite que otros sean, por más rico que seas no se puede ser verdaderamente libre en estados represores.

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