La sociedad del miedo

 


El libro "La Sociedad del Miedo" de Heinz Bude; analiza la cuestión del miedo y la sociedad de hoy, en el miedo se puede ver hacia dónde se dirige la sociedad, lo que siente la gente, lo que le resulta importante, lo que espera e incluso lo que lo lleva a la desesperación. El miedo no reconoce barreras sociales, llega a todos los estamentos, miedo a la pobreza, al terrorismo, a desender en la escala social, a comprometerse, a endeudarse, incluso al pasado y al  futuro, pero sobre todo tenemos miedo al presente. Lo que se puede hacer es controlarlos, para ello lo que primero debemos es asumir los miedos del otro pero sin discutirlos. Franklin manifestó que lo único que tenemos que tener miedo es del propio miedo; para Roosevelt no se trataba de combatir solamente la pobreza, si no el miedo a sentirse marginado y privado de derechos _ “hay que levantar al caído, apoyar al confundido y compensar al desfavorecido”; el estado de bienestar era el camino para lograrlo. Hemos pasado de políticas que prometían el ascenso social a políticas que amenazan con la exclusión. Somos la generación del miedo a no tener las condiciones que se reclaman para el éxito que se propone,  esta exigencia genera que en cada decisión nos jugamos la vida, ya que quien no se sigue formando, se convierte en un caso destinado a la marginación. Esta necesidad de aprobación genera que se esté pendiente de la moda, de la opinión reinante, este yo marcado por la expectativa de los otros se vuelve inseguro, el miedo nos transforma en personas temerosas y prudentes, vivimos entre medio de una muchedumbre solitaria.  Incluso en el amor, todo vínculo provoca miedo, pero la incapacidad de vincularse provocan más miedo aún. Aquí las personas tienen que ponerse en escena cuando se compite por puestos escasos; pero ¿Cómo se sienten los perdedores a los que se le destinan las sobras y cómo se sienten los ganadores que se llevan todo? Esta sociedad del rendimiento necesita una cultura del éxito, el miedo es la realidad anímica de las clases medias de hoy, porque son las que tienen algo para perder, y por ende saben, que es lo que puede suceder si toman la decisión equivocada, se sienten inseguros en su posición social. El problema es que todo indica que la clase media está en disolución, el neoliberalismo a creado clases enormemente beneficiadas, una élite que las desplaza de la centralidad, que observan como ya no funcionan los viejos métodos de distribución de riquezas, que se va concentrando más y más, creando en las clases medias una sensación creciente de vulnerabilidad. En un mundo individualista dominado por el rendimiento controlado por el mercado y disgustado con la representación política, las personas se vigilan las unas a las otras, se desconfía, sienten envidia, todo está en cambio permanente. La educación es un espacio donde el miedo se observa con claridad, las clases medias descreen de la capacidad estatal para brindarles a sus hijos la mejor formación, se trata del miedo por el futuro. Los sectores bajos apenas pueden mantenerse con su salario, deben recurrir a subsidios, fácilmente reemplazables, explotados, temen quedar desempleados. El miedo cansa, hace desbordar por expectativas contradictorias, sin límites, dominados por la duda de la propia capacidad de relacionarse, de disfrutar, de amar, de vivir.  La vida quedó sujeta a la presión por la optimización, nos domina el miedo a nosotros mismos, un yo fragmentado que se siente amenazado por lo ajeno, surge la imagen de inmigrantes como bárbaros que perturban el orden social. Pero sin los otros no hay yo, sin ambigüedades no hay identidad, sin desesperación no hay esperanza, y sin final no hay inicio. En medio de todo esto está el miedo, pero temblar y vacilar permite conservar la esperanza de que nada tenga que seguir siendo tal como es ahora.

https://www.youtube.com/watch?v=6x3xVRslaxE


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