Tanta racionalidad se vuelve irracional


El iluminismo, la luz de la razón potenciada por la técnica y ahora por la robótica, ha deslumbrado al ser humano, que se vió colmado de beneficios y abundancia, la razón es la herramienta más potente, pero es el uso lo que la vuelve benigna o lo contrario. El petróleo movió los motores de nuestra economía ¿Qué pasará cuando empiece a escasear? Si 8 de cada 10 calorías que comemos provienen gracias a este combustible. Las corporaciones son una muestra del logro de la razón, el estado también, aunque uno es privado y el otro público, gran diferencia que a algunos les pasa desapercibida. La riqueza siempre hace que lo público pase a segundo plano.  Las corporaciones se disputan los recursos, para eso necesitan gobiernos afines, pero tienen poder no democrático. El gobierno surge como un acuerdo para cuidar el bien común, como contralor del poder económico que siempre busca imponer sus reglas, dominar todo lo que encuentra, mantener sus privilegios, con el Covid19 hay ricos que multiplicaron su riqueza y paulatinamente crece la pobreza. La radicalización del pensamiento, la intolerancia, hace que los ciudadanos no puedan encontrar puntos de encuentro, aquel encuentro que dio nacimiento al contrato social, contrato que surgió como una carta magna contra los poderes feudales, como medio racional de una convivencia más igualitaria, justa y benigna para la comunidad, la sangre azul fue desteñida por el poder de la razón, como un oftalmólogo operando cataratas, la divinidad de su puesto ya no es reconocida por la sangre sino por el servicio.  Pero el ser humano gusta del poder, hoy el feudalismo está volviendo transfigurado y busca las mismas prerrogativas; menosprecian medidas sanitarias, monopolizan los mercados, acumulan en paraísos fiscales etc. Sus representantes llaman irracionales a los contrarios, entendieron que en la batalla por la hegemonía, el discurso es el arma para destruir al otro, no quieren dialogar solo imponerse, ya no se encuentran puntos de conexión, consensos necesarios, la democracia pierde sentido, porque los intereses personales priman sobre el bien colectivo. Esto es fogoneado desde las redes sociales, a través de fake news, puede ser un cóctel explosivo de violencias, por eso es tan importante el proyecto de Mirian Lewin. 

 

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