El amor es abundancia




                  
 El estado surge para satisfacer una variedad de necesidades de distinta naturaleza. Un grupo privado tiene necesidades más concretas, las que una vez satisfechas hacen que el estado pierda su razón de ser; como dice Lula los ricos no necesitan al estado. La actividad financiera estatal está regida por el criterio de la escasez, implica tener que escoger entre diversas necesidades humanas para ver cuál de ellas se satisfarán y cuáles no, debido a que por definición los recursos son insuficientes para atender a todos al mismo tiempo y al nivel máximo. El estado es la manera racional que los seres humanos hemos encontrado para organizarnos y distribuir los recursos, la interpretación meritocrática de la vida no puede desentenderse de la justicia y la equidad, puesto que tanto el derecho natural, como el derecho positivo, no pueden contradecirse, no pueden ir contra de la finalidad para la que fue creado el estado, la organización institucional que responde a la necesidad para satisfacer las necesidades y lograr que la escasez no sea un problema, más bien una oportunidad de creación de trabajo, cooperación, solidaridad y progreso humano. La actividad económica busca satisfacer las necesidades humanas del conjunto de la sociedad, o sea de todos, valga la redundancia, cuando no lo logra es porque algo se está haciendo mal; para ello el estado debe buscar la distribución de la renta y de la riqueza entre los individuos que integran el grupo; sabemos que el mercado no garantiza de manera natural o automática una distribución conveniente ni justa de la Renta, sobran ejemplos de lo contrario. La desigualdad crea una marginalidad en la que ciertos valores y conductas socialmente deseables y necesarias no se practican, porque en la marginalidad  la virtud se vuelve una ilusión. 





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