SOBERANIA ALIMENTARIA



¿De qué progreso estamos hablando cuando hablamos de progreso? ¿Qué es ser un país subdesarrollado? ¿Cómo podemos lograr una industrialización sustentable? Son preguntas que nos hacemos los que queremos vivir en un mundo que tenga alimentos para su población ya que el calentamiento global amenaza con disminuir la capacidad de la tierra para producir alimentos por la mayor cantidad de sequías e inundaciones que se pronostican, además  que los monocultivos, que fueron degenerados genéticamente con semillas hibridas que contaminan a las plantas milenarias que han aprendido a crecer fortaleciéndose progresivamente, mas los  agro tóxicos que matan muchos polinizadores como las abejas, además de anfibios que controlaban las plagas, además de dejar mal formaciones en niños; y los fertilizantes que no generan el humus que enriquece la tierra, han quitado su capacidad natural de recuperación y regeneración, lo que progresivamente la está llevando a la pérdida de sus nutrientes, a su infertilidad y desertificación ¡pan para hoy, hambre para mañana!  El progreso es entendido como una mejora en la condición humana, el subdesarrollo es el atraso de un país que no ha alcanzado determinados niveles, socioeconómicos y culturales, con una gran cantidad de personas bajo el nivel de la pobreza. Para pensar el desarrollo hoy debe venir de la mano de la ecología, entendida como amor a la vida, ya que tanto el dinero como el oro sirven para muchas cosas menos para comerlos o calmar la sed, con una industrialización sustentable que reduzca las emisiones de gases de efecto invernadero, con energías alternativas al petróleo, como la energía eólica, solar (las que son inagotables)  y los biocombustibles, proyectando un progreso acorde a los nuevos cambios, que traen nuevos desafíos. Ajustando los procesos industriales a las normas ecológicas que permitan la vida de la biodiversidad del planeta, devolviendo  los desechos industriales al ecosistema sin que dañen ni alteren la flora y la fauna del lugar. Promoviendo el uso racional del agua y del suelo, con una agricultura orgánica, la que a la larga es más barata y mas soberana, pues se retroalimenta, generando pueblos independientes y libres de las presiones del mercado. Aprovechando el reciclado de productos. Desear un desarrollo que imite a la naturaleza, es lo que hay que buscar para permitir la sobrevivencia de la raza humana, pues si no legaremos este paraíso para las cucarachas y los escorpiones.

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