Libia en Llamas
¿Qué está pasando en Libia? Los rebeldes apoyados por la OTAN hacen suyo el derecho contra la opresión y se levantan contra el régimen tirano de Gaddafi; quien a su vez toma suyo el derecho de autoridad legal, por más que hace 42 años que está en el poder; quien sacó el ejercito a las calles a defender la soberanía ofendida por los ataques apoyados por las potencias del mundo. Si estudiamos detenidamente lo que pasó en Irak, la situación es muy parecida, parece que las reservas de petróleo del mundo ya están poniendo cota final a sus últimas gotas, y quien posea este preciado líquido, tendrá la capacidad de imponer las reglas en el mercado. Por eso aquellas autoridades que poseen esta cagada del diablo como lo llaman en Nigeria están en peligro de ser bombardeadas. Esto genera una gran inseguridad jurídica Internacional, pues si uno tiene un recurso valioso corre el riesgo de ser invadido por las potencias en nombre de la libertad y el progreso. La paz internacional corre peligro si no se respetan las fronteras, porque el derecho internacional queda burlado por intereses económicos de quienes tienen la capacidad de juzgar con miras telescópicas quienes son los buenos y los malos, muchas veces sin entender las culturas, historias y necesidades de los otros pueblos. ¿Quién gobernará Libia? ¿Cómo lo hará? Son las preguntas que surgen ahora. Al árbol se lo conoce por sus frutos, a los regímenes políticos de un país por sus índices de mortalidad infantil, desocupación, alfabetización, etc. Si estudiamos el régimen de Gadaffi, estos índices siempre señalaban a un pueblo atrasado por la dictadura de su líder, lo que lo habilita a levantarse para su liberación, derecho de todos los pueblos contra la tiranía. La desconfianza surge porque los intereses sobre el crudo son los que movieron los motores para buscar “armar” una democracia. Lo que aprendimos en Latinoamérica con las dictaduras, es que no es la forma de gobierno lo que le interesa a los países desarrollados para respetar sus derechos y garantías, sino solamente si se arrodillan frente a su corona financiera y pendenciera. Y hay que saber que esto atenta contra la paz mundial.
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