Revolución Árabe

La Declaración de los Derechos del Hombre aprobada por la Asamblea Nacional Constituyente francesa en 1789, sentó un precedente del cual ya no se puede volver atrás, iluminando la conciencia del ser humano, despertando su libertad y devolviendo sus derechos naturales inherentes, universales, válidos en todo momento y ocasión. Abolió los privilegios en los que se basaba la sociedad del Antiguo Régimen, poniendo fin al sistema feudal, afirmando el principio de que toda soberanía reside esencialmente en la nación. La Declaración tuvo un alcance general y orientado hacia el futuro; asentando que los derechos son anteriores a los poderes establecidos, aplicables en cualquier lugar y cualquier época: la libertad, la propiedad, la seguridad, la resistencia a la opresión. Declaración que hoy los pueblos Árabes hacen suya, pues aunque no la nombren, sus principios están acompañando sus protestas, pues lo que esos pueblos están reclamando no es más que los derechos del hombre y del ciudadano, derechos inherentes a la naturaleza humana; derechos que si algún pueblo de la tierra carece, carece de libertad y la brecha que los separa de las bestias es casi nula, por eso hay que reivindicar la Revolución Francesa y hay que acompañar a los pueblos Árabes en su liberación y su derecho a resistirse a la opresión.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Efecto Hawthorne

Comer, coger y dormir

Todo preso es político...