Democracia a la Americana

Se gasta mucho dinero en publicidad en las campañas políticas porque es un factor determinante para conseguir el cargo añorado, todo lo que brilla no es oro, pero al igual que con los espejitos de colores, todavía nos dejamos engañar. Hay que hacer ruido, ladrar, blasfemar, aullar, lo importante es figurar, la gente le gusta que sus líderes se muestren fuertes y grandes como los leones con su pelo o los orangutanes con su ritual, porque el ser humano siempre busca seguridad, y en esta búsqueda muchas veces prefiere lo malo conocido que lo bueno por conocer, ahí esta el pecado de omisión de un pueblo, quiere la mesa servida pero no quiere saber de donde salen los alimentos, quiere mano dura pero no escuchar el llanto de los hambrientos. La política se ha vuelto marketinera, antes que tener una visión política, un buen equipo, hay que tener un buen promotor de marketing, y hoy son las grandes empresas quienes se encargan de predecir los resultados en los comicios. Los políticos deben saber como vender su partido, y en esta capacidad esta lo que definirá la elección. Por eso para el oficialismo siempre es más fácil seguir en carrera, si ni siquiera deben justificar los gastos producidos en sus campañas, las que suelen ser las más costosas, además es mas fácil codearse con los poderosos que solucionar el problema de los menesterosos. Puede ser que nuestros candidatos se hayan modernizado hoy en la sociedad de la imagen, pero debemos preguntarnos ¿Cómo es posible que de esta manera se logre convencer a un pueblo? Cuando deberían ser las obras, la economía, la educación, la salud, el trabajo, los proyectos, etc. lo que determine nuestra opción a la hora de elegir a alguien que pueda llevarlas adelante. ¿Cuál será el candidato más idóneo? La persona que en su vida ha tenido una coherencia en su conducta, si al árbol se lo conoce con sus frutos, a esa persona la conoceremos en las cosas que hizo y hace. La democracia es el gobierno del pueblo, y si el pueblo quiere ser bien gobernado, debe mejorar sus falencias día a día, siempre hay que reconstruirla, sus leyes, sus instituciones deben ser adaptadas al contexto vigente, a la realidad, para que pueda solucionar los problemas de la forma mas eficiente, no debemos dejar llaves sueltas de la caja de Pandora, sino que debemos lograr que sus mecanismos sean cada vez mas efectivos para no dejar lugar a las fallas del sistema que con un poco de buena voluntad, transparencia, coherencia y trabajo se solucionaría. Podríamos empezar derogando la ley de lemas que es nefasta para la democracia.

Pablo Martín Gallero

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