Con derecho y con Justicia siempre

 


Los libertarios defienden a los millonarios, se ponen traje y se dan el lujo de insultar a cualquiera, en nombre de la libertad sólo defienden la libertad del mercado, insultan a las personas que no están de acuerdo con su interpretación de la realidad y quieren imponer su cosmovisión a través de falacias y argumentos engañosos, que se mantienen solo porque le sirve al poder dominante. El capitalismo claro que es más tentador que el colaboracionismo, promete lujos y placeres, promocionados en todas las redes por influencers o personajes de la farándula, por series, películas o programas televisivos lo que termina de imponer una lógica existencial que danza alrededor de la mercancía. El consumismo llena nuestro vacío existencial, la comida chatarra como la música berreta parecieran brindarnos la dopamina necesaria para encontrar un poco de felicidad en este mar de ilusiones. Soluciones políticas fáciles y rápidas parecieron lo mejor, como endeudarse o privatizar, pero todo lo bueno se construye con el tiempo, estudio, planificación, trabajo en equipo, coordinación. Hay cosas que no están a la venta, por más que si le encuentren precio corrompiendo así su esencia, en un planeta con recursos finitos solo la planificación estratégica puede lograr una civilización con características de humanidad. Lo que no es bueno para la colmena no es bueno para la abeja decía muy sabiamente Marco Aurelio, que sabía que el imperio se consolida no solamente con caminos para los caballos, sino con caminos para las ideas, donde el reconocimiento del otro nos fortalece, solo los puentes nos conectan, la multiplicidad enriquece la vida y nos hace mejores personas. Lo que defienden los libertarios no es más que el libertinaje de los megamillonarios que acostumbrados siempre a ir por más, no pueden acatar los límites que le impone la propia existencia en sociedad, no pueden ver la trascendencia de sus actos, o ya no les interesa, porque cosifican hasta su conciencia y para defender sus privilegios, financian una red de Think Tank para que prime el individualismo, el materialismo, el egoísmo y así seguir con la acumulación y el abuso de derecho. Pero salir a defender a los más ricos, a los fondos de inversión y a las corporaciones, es lo más fácil, gozan de un halo de impunidad mediática puesto que trabajan para los dueños de las empresas de comunicación, que bombardeando una idea terminan por imponer a fuerza de repetición. Todos sabemos que la vida en democracia nos garantiza el reconocimiento de nuestros derechos y la capacidad para defenderlos, es lo que nos vuelve iguales ante la ley, que nos permite elegir a nuestros representantes, pero cuando una oligarquía pone la democracia a la venta son ellos que pueden comprar tanto leyes como funcionarios hechos a su medida, corrompiendo de esta manera los principios generales del derecho con el que se construyen las grandes civilizaciones, ya que la imposición hegemónica que genera el capitalismo, está aglutinando tanto el capital como el derecho en pocas manos, lo que va contra nuestra misión existencial como con la justicia esencial que requiere la sociedad. Si se considera más digno el que tienen más dinero, se terminará en una guerra a la dignidad, y Dios dejó sentado que todo ser humano es digno de ser tratado como tal por la siempre razón de existir, ahí está el desafío de los más ricos, que hoy quieren negar a Dios y pensar que todo vale. Pues no, y a fuerza de verdad y luz se construirá el hombre nuevo que no solamente busca regodearse en sus éxitos materiales, sino que no los necesitará y hará todo lo posible por ir al encuentro del derecho y la justicia. 

 



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