Seamos libres

 


El dinero es un medio de intercambio de bienes y servicios a través de una moneda común esto a la vez de facilitar las transacciones permite ahorrar e invertir. Cuando un Estado cuenta con una moneda fuerte tiene un instrumento para resolver situaciones conflictivas en periodos de crisis. El problema viene cuando no cuenta con este elemento y depende de la voluntad de una moneda extranjera que a su vez tiene sus intereses particulares que no son de la nación y te pueden someter a sus caprichos. La dolarización va a significar una pérdida de soberanía monetaria, al adoptar una moneda extranjera el país pierde su capacidad de utilizar la política monetaria como una herramienta para estimular o controlar la economía quitándole flexibilidad, no puede imprimir su propia moneda ni establecer tasas de interés autónomamente, lo que hace que dependa únicamente de la política monetaria de EE. UU. volviéndose vulnerable a las decisiones de la Reserva Federal de los Estados Unidos y a sus guerras. La dolarización puede llevar a una distribución desigual de la riqueza, ya que las personas con ingresos más bajos pueden tener dificultades para adaptarse a una economía dolarizada, especialmente si los precios de los bienes esenciales aumentan. Quizá la dolarización te de estabilidad monetaria; genere confianza de los inversores y  facilite el comercio internacional, pero si el precio que tenemos que pagar es pérdida de soberanía no es la mejor opción, “La soberanía no se negocia se defiende” decía San Martín, “para defender la causa de la independencia no se necesita otra cosa que el orgullo nacional”, “robar es un delito, pero arruinar el país es traición a la patria:” “Seamos libres que lo demás no importa nada.”


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