Impuestos distributivos


Las empresas generan trabajo y riquezas, los estados deben tener multiplicidad de empresas para que así pueda funcionar su economía con una balanza equilibrada. Empero para tener multiplicidad de empresas lo que nunca se cuenta es que la renta tiene que estar distribuida, lo mismo que la tierra, pues es la tierra de donde provienen los recursos con el que se generan ganancias, y si la tierra está en pocas manos, las ganancias también. Está bien que haya empresarios exitosos, que puedan amasar una fortuna millonaria, pero esta prerrogativa como todo derecho, debe estar limitada por los derechos de los demás que viven bajo la tutela jurídica del estado de derecho. La alienación intelectual no puede utilizarse como factor de dominación, hay cosas que no se negocian, que no se pueden renunciar, no debe pasar que personas vivan en la abundancia y otros en la escasez, porque este desequilibrio no está contemplado en el contrato social. Si algo deshumaniza, no permite que muchas personas puedan desarrollar su potencial humano y cocreador, eso no se puede considerar un estado de derecho, sino una dictadura del capital, que la inteligencia humana debe corregir. Desde los medios  se genera una grieta entre lo privado y lo público; una visión dualista que manipula la opinión de la población, como si marcharan por caminos separados, cuando se necesitan mutuamente para tener éxito en sus empresas… a razón de satisfacer necesidades el estado cobra impuestos
¿Dónde está la clave? en equilibrio, en tratar de lograr un estado que administre bien los recursos, que logré tener empresas que puedan disfrutar de sus ganancias y trabajadores que puedan disfrutar de sus derechos; lo que suena tan sencillo es lo más complicado en la política.  En base a tratar de convencer a la gente y ponerla contra algún partido político se lo considera contrario a la lógica del mercado sin buenas razones como si fuera un impedimento para los inversionistas, los emprendedores y los empresarios; muchas críticas están cargadas de prejuicios y de opiniones por ver afectados intereses de ciertos sectores a los que no les convienen determinadas medidas económicas, por querer maximizar las ganancias, socializar los costos y monopolizar el capital, por lo que las opiniones periodísticas se vuelven propaganda. Para evaluar macroeconómicamente a un estado hay que tener en cuenta a la totalidad de sus habitantes, no solamente un sector; hay que lograr un equilibrio y tratar de beneficiar a la gran mayoría, mirar los índices de desocupación, de pobreza y tomar medidas pertinentes para socorrer a los que más vulnerables.



Comentarios

Entradas populares de este blog

Efecto Hawthorne

Comer, coger y dormir

Todo preso es político...