Buenos Samaritanos



Los argentinos no somos liberales nuestra historia nos ha hecho empáticos con la realidad de los demás, eso forma parte de nuestros rasgos del ser nacional, por eso pusimos en el Preámbulo: “...
para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino: invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia”  Pareciera una moda hoy el liberalismo donde uno puede decidir qué hacer con su vida, con su cuerpo y su libertad, sin embargo las desigualdades estructurales no permiten el libre desenvolvimiento de la persona ya que está limitada por las condiciones materiales en la mayoría de los casos con carencias y limitaciones que acotan el margen de la libertad. Pero los liberales salen a defender su cosmovisión, necesitan de la meritocracia para justificar la acumulación desmesurada y echar culpas a los pobres de su pobreza. Pero nosotros tenemos otro tipo de filosofía iluminada por el cristianismo de reconocer al otro como un hermano, solo en la solidaridad se puede distinguir la calidad del ser porque “tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme” esto sienta los principios de nuestra convivencia y de nuestra política donde hay pobres hay un desafío por superar. Aunque suena una utopía marca las normas con que salir a jugar el partido, donde no se permite hacer trampa o pasarse de la raya, sin embargo el neoliberalismo individualista que fomenta la competencia, en el que el otro pasa ser un enemigo que hay que vencer pregona todo lo contrario, que hay que hacer la vista gorda cuando vemos al hombre herido tirado al costado del camino, que es su problema.  Por eso el argentino no dice: “_ Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate”...  un ser indiferente ante las realidades de los demás, no puede ser una persona completa. Los liberales se ponen a criticarlos clasificándolos de totalitarios, de socialista o populistas siempre se encuentran términos para denostar al contrario, ya que lo importante es ganar, no cuestionar el statu quo, donde el fin justifica los medios. Con la mitad de la población en la pobreza, solamente podemos ser buenos samaritanos si damos tierra para trabajar, escuelas para estudiar, oficios que aprender, hospitales donde atenderse y el impulso económico para que cada persona pueda seguir por sí misma… alcanza para todos, no os preocupéis, a los más ricos no les va a faltar,  es cuestión de hacer justicia distributiva para que no se desmane y andar reprimiendo todo el tiempo.




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