Puro cuento




   Lucas Raspall habló del editor oculto de nuestra vida, nuestra mente. Hay un riesgo de quedar atrapados en nuestra propia historia; desde chiquitos todos escribimos nuestro cuento, lo hacemos para saber quienes somos, que nos gusta; va atando las distintas experiencias en el tiempo, la forma de sentir, de pensar, actuar ¿quien escribe este cuento? Lo hace la mente, todos los días pasa tiempo ordenando las imágenes, las experiencias, fijando ideas, la mente es como un editor, se fija que no haya errores, que la historia tenga una secuencia ordenada, pero sobre todo que sea coherente. Hay historias que nos marcan, lo que se dice, lo que se explica de esa situación lo transforma en verdades,  y después esas verdades las guarda en la memoria, nos definen, nos señalan el camino. A veces son situaciones trascendentales, otras veces simplemente una palabra, incluso sonseras. Pasamos todo el tiempo reforzando lo que decimos,x para eso el editor se vale de todo lo que le interesa, borra las cosas que no encajan, hace fuerte lo que se ajusta al cuento que se está contando; hasta inventa cosas para que sea consistente. Todos construimos nuestra identidad en base a verdades que un día compramos y que ya no cuestionamos, a pesar de que cambian los contextos. El editor tiene una función biológica y evolutiva lógica, sino el tiempo del día no alcanzaría para ordenar toda la información. Hay un peligro, todo lo que decimos que somos no es más que un manojo de supuestas verdades que un día redactamos; es el editor que le da fuerza a esas ideas, valores, sensaciones, actitudes que tantas veces nos definen, nosotros en piloto automático; todo lo que resignas no son verdades, son las mentiras de tu editor, hay que aprender a dudar de la memoria. El editor está entrenado para no soltar esas verdades, no quiere hacerlo, no sabe hacerlo, eso lo tiene que hacer cada uno. Trae muchas frustraciones al quedar atrapado en el propio cuento; esta es la única vida que tenemos, no da para dejarla en consignación a otro. Está en cada uno abrir los ojos, mirar para adentro cuestionar hasta la última verdad de su cuento y reescribirlo.  Aristoteles dijo, soy amigo de Platón, pero más amigo soy de la verdad, a veces se defiende una idea escondido detrás de una camiseta, otras veces para no romper con la ilusión del cuento que nos hemos hecho, pero así la realidad muchas veces pasa desapercibida y los verdaderos problemas sin resolverse.






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