El poder de las armas

                                      

En los últimos 10 años hubo más muertos por masacres que por ataques terroristas en EE.UU, lo que demuestra que el enemigo no está afuera sino dentro. Desde la matanza de la escuela primaria Sandy Hook, en 2012, ha habido 142 incidentes con armas de fuego en centros educativos. De acuerdo con la web Gun Violence Archive, 9.964 personas han muerto en 2015 por el uso de armas de fuego. El número de personas fallecidas por este tipo de violencia es tan elevado que incluso supera la cifra de víctimas ocurridas en las guerras en las que han participado tropas estadounidenses. El joven de 26 años que mató a 9 personas a sangre fría; escribió en un blog "Parece que entre más gente matas, más famoso te vuelves". La fama en la cima de la escala de valores. Hay que replantear a los jóvenes algunos valores que andan de moda. La búsqueda de la trascendencia y el reconocimiento a través del daño, es un acto de cobardía y una psicopatología. En los centros educativos la gente busca superarse, es allí donde disparan estos jóvenes que no pueden encontrar caminos para hacerlo, ni buscan ayuda, porque ven al otro como un enemigo o como una cosa. En un acto irracional, es necio buscar razones, pero quizá haya algunas conexiones. Entre los hechos cometidos por este joven y las guerras que se perpetran en Oriente; ambos son producto de la búsqueda de una salida a través de la violencia. Cuando los gobiernos bombardean los gobernados lo ven. Si las instituciones justifican la violencia, los sujetos la asimilan y normalizan. Son mensajes que transmiten a la sociedad y que algunos imitan. Es fácil cortar un árbol, pero lleva muchos años verlo crecer. La felicidad depende de dos componentes esenciales, de la alegría y la paz, ambas son sensaciones espirituales, que se encuentran en cosas espirituales, no se dan por generación espontánea sino que con el fruto de las buenas decisiones. Los conflictos bélicos en medio oriente, nos muestran cómo en pleno siglo XXI buscamos la paz, pero es La paz del bolsillo, no del corazón, la paz de las arcas y de los barriles, pero no de la gente, los niños, y la vida. No hay caminos para la paz, la paz es el camino  decía Gandhi. El asesinato a sangre fría en la universidad de Oregon de 9 personas, reflejan los caminos con los que el ser humano contemporáneo busca La Paz. Con la muerte. Todos sabemos que la paz del cementerio es para los muertos, y la vida se la honra con la vida, el amor con el amor y el derecho con el derecho. Pero buscar la vida con la muerte, La Paz con la guerra y  el derecho con la fuerza es como apagar el fuego con más fuego. Siempre cosechamos lo que sembramos, y si sembramos dolor, cosecharemos dolor.



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