La motosierra como poesía
Me pregunto porque muchos votaron a un tipo con motosierra, cualquiera sabe que la motosierra no genera vida, sino que la destruye con un fin económico, allí no hay poesía. Mark Fisher pensaba que el resentimiento como un fenómeno social e individual, recurre a un historiador Jefferson Cowie, que considera al resentimiento como la fuerza motriz de la reacción. El resentimiento es una forma de insolidaridad y autoconciencia, ya que detrás del resentimiento hay un persona que dice que ella no está recibiendo algo que si otra persona recibe. Piensan en singular, dicen: _ yo no recibo, lo que vos recibís. En lugar de decir: ambos deberíamos recibir. Que es la base para la conciencia de clase. Cuando cambia el paradigma económico, se da la paradoja de sentirse pertenecer a una clase, pero situarse fuera de esa clase, lo cual se observa hoy en la identificación generalizada de las personas que dicen formar parte de una extensa clase media. La conciencia de la clase desaparece cuando se produce en los subordinados la fantasía de sentirse identificados con los que dominan. Hoy se alienta a las personas que se identifiquen con los ricos, a creer que son ricos, con la única diferencia de que no tienen dinero. Hoy es común que los más pobres de una sociedad se opongan a que se les aumenten los impuestos a los más ricos ¿por qué? porque ellos son ricos en su mente sin serlo, no se trata de una tara, se los alienta a pensar así. Ya en la última década estamos observando un retorno de la clase pero sin conciencia de clase. Muchas veces los conflictos de raza o de género son utilizados para desviar la atención del conflicto por excelencia, el conflicto de clase. Una verdadera conciencia de clase incluiría a todas las razas y a todos los géneros, porque la verdadera conciencia de clase es de naturaleza integral. El resurgir de la clase sin conciencia de clase le resultó más favorable a la derecha que a la izquierda, porque al desaparecer la conciencia de clase su lugar es ocupado por la forma de un resentimiento identitario, la clase se transforma en un identidad más. La identidad de clase es lo contrario a la conciencia de clase porque supone que coincidir en un conjunto de rasgos comunes nos hace compartir una posición de clase, y la identidad no tiene el contenido de transformación como si lo tiene la conciencia de clase, solo alimenta un resentimiento de la clase trabajadora pero desviado de su curso, ya que no está dirigido contra los ricos, contra el capital, está dirigido contra la élite profesional y contra la élite política, de ese modo el secuestro de la clase por la identidad neutraliza la conciencia de clase e impide su desarrollo y se expresa en el resentimiento. No será mediante el reclutamiento de sus luchas en el bando de la identidad cómo se logrará transformar la sociedad, será mediante la inserción en el modelo de clase, porque es allí donde se desarrolla la conciencia.
La derecha puso el resentimiento a su servicio, utilizó su fuerza, haciendo creer a la sociedad que hay un adversario representante del mal que hay que vencer, se identificaron con el tipo de la motosierra que viene a cerrar ministerios, a desarmar al estado desde adentro y a vender las empresas públicas, porque instalaron mensajes que lo privado es productivo y lo público deficitario. Como si los recortes fueran la solución a los problemas; los que se utilizan para pagar unos intereses de una deuda fraudulenta, esas medidas ya probadas anteriormente en la historia de nuestro país que en 30 años saldríamos adelante sin ningún tipo de inversión en infraestructura, educación, tecnología, ni en industria lo que a simple vista es imposible. Y son todas medidas que anquilosan a las clases en su condición. Sin embargo con ese resentimiento el estado se debilita, la nación pierde recursos y la población queda a merced de la ley de los más fuertes, el 50% pobres quedan desprotegidos y desamparados, en vez de mejorar su calidad de vida la empeoran; no es a través del resentimiento, la bronca y el odio con el que se va a cambiar y transformar la sociedad sino que es con la solidaridad, el trabajo, la planificación, de la puesta en común de un proyecto a largo plazo de un país y una sociedad que incluya a todos sus integrantes. No hay buenos y malos, no hay grupos del mal, no hay cucarachas que aplastar, hay seres humanos que en el sistema cometen errores que hay que subsanar, no combatiendo a los malos, sino generando los mecanismo de subsanación de lo que se hace mal, como este gobierno libertario que dice dar más libertad, pero que solo para una elite. Un intelectual nacido en la villa veía que sus amigos ponían su confianza en el presidente libertario porque que pensaban que ya no tenían nada que perder, si las promesas de los progresistas tampoco los incluyeron, que por eso pensaban que la defensa de la universidad no les compete, tampoco salen a defender el hospital público al que más de una vez habrán recurrido ellos o sus parientes a salvar su pellejo, e identifican su bronca con la ira con la que actúa el mandatario. En parte las redes sociales han abierto las puertas al nivel de vida de un montón de personas que resaltan en la sociedad por su buen pasar económico lo que a su vez genera mayor resentimiento en los que no pueden llegar a tener ese nivel de consumo lo que también la derecha utiliza, tomando en conocimiento el interés y el tiempo que dedican las personas en hurgar la vida de otros, que bajo las respuestas de la inteligencia artificial se les ha facilitado la manipulación de los votantes, no es para ayudarles a mejorar su condición sino que es para defender sus privilegios evitando de todas maneras que se permita una movilidad social que le generaría mayor competencia.
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