El fradude paga
El estado de excepción es un régimen que puede declarar el Gobierno en situaciones especiales; en la cual el soberano ejerce su facultad de determinar al enemigo público. El Covid 19 nos dejó en un estado de excepción, sin embargo hubo gente reclamando libertad, pese a la advertencia de los infectólogos. El enemigo, en este caso un virus invisible, muy peligroso que nos obligó a vivir en cuarentena, lo que impactó negativamente en la economía; sin embargo el estado debe garantizar los derechos mínimos como la alimentación, salud, seguridad. Se estuvo discutiendo la reglamentación legal de la expropiación de Vicentín, dando a conocer varios factores que inciden directamente en el plato y bolsillo de los argentinos; la Expropiación en este sentido de una empresa estratégica para la soberanía alimentaria, intervenida por fraude al fisco y estafa a miles de productores de la zona, en este estado de excepción da fundamento para el sacrificio de derechos patrimoniales por razones del bien común; el daño irrogado en esta situación es consecuencia del estado de necesidad, una situación que aparece como único medio para evitar un mal más grande o igual causando un mal menor o igual; ya que la empresa iba al desguace y venta a precio vil. Cómo ha habido un perjuicio al estado por parte de la empresa cayendo en cesación de pagos, no pudiendo devolver los préstamos adquiridos podríamos tomar la analogía de la compensación, además hubo maniobras de fraude y de resarcimiento por el daño ocasionado. Que quede como precedente, que una empresa que debería tener millones de dólares de ganancias, pero que trabaja a pérdida, deberá responder por el mal uso de sus fondos, si no es un viva la pepa.
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