Esclavitud Financiera
Hace poco el FMI nos hizo un préstamo de millones de dólares, la mayoría de ese dinero se fugó, a através de mecanismos “legales”, que permitieron la especulación financiera, haciendo una terrible transferencia de riqueza hacia sectores ricos, paraísos fiscales, la deuda es pública pero los beneficios son privados; como son deudas que no benefician a la mayoría, ni al bien común, son contrarias al orden Constitucional, a los fundamentos del derecho administrativo, por lo tanto son actos de malversación de fondos, actos de corrupción, que hace responsables a los que hayan firmado y al que las ha otorgado, ya que es como dar dinero a un pródigo. Si alguien te da un fajo de billetes, te dice son tuyos, luego te los saca de las manos, y te reclama: _ ¡Me debes 10 mil dólares! suena pueril, pero algo así fue el prestamos que nos hizo el FMI, a los argentinos, después tenemos que ajustar nuestro presupuesto en educación y salud, porque debemos pagar la deuda, a ajustarse los cinturones. Pero lo curioso es la aceptación y resignación de la gente que agacha la cabeza: expresa: _ ¡las deudas hay que pagarlas! pero no cuestiona los mecanismos de la contracción de deuda. Como ese cuento que llega un rico a un Hotel pide una habitación. Pone un billete de 100 euros en la mesa de la recepcionista y se va a ver las habitaciones. El jefe del hotel agarra el billete y sale corriendo a pagar sus deudas con el carnicero. Éste corre a pagar su deuda con el criador de cerdos. El criador de cerdos sale corriendo para pagar lo que le debe al molino. El dueño del molino toma el billete al vuelo y corre a liquidar su deuda con la prostituta a la que hace tiempo que no le paga. La prostituta con el billete en mano sale para el pequeño hotel donde había traído a sus clientes las últimas veces y que todavía no había pagado y le entrega el billete al dueño del hotel. El rico dice que no le convence ninguna habitación, toma el billete y se va. Nadie ha ganado un euro, pero ahora toda la ciudad vive sin deudas pendientes...Pero en Argentina, no pasó esto, el cuento es que nos traen el billete, se lo llevan y nadie pudo cancelar la deuda con nadie, y todos tenemos que trabajar para pagar esa deuda que no generó ningún beneficio, los que murieron en las invasiones inglesas se revuelcan en sus tumbas. El sultán Mehmed 2, el conquistador, estuvo seis semanas para conquistar Constantinopla, construyó cañones, atravesó bosques con barcos, perdió miles de soldados. Hoy en día, ni artillería, ni infantería, una lapicera firmando un contrato con cláusulas abusivas, logra atravesar los muros de la soberanía dejando un pueblo sometido al imperialismo financiero, a los bancos y corporaciones que hoy tienen más poder que los propios estados.
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