Sin retorno
Recuerdo con qué vehemencia se manifestaban
los entrerrianos para que no instalen una papelera en el vecino país, salían
con lanchas, cortaban el puente, para que no se contamine el río, sin
desmerecer su lucha, el mercado ha aprendido de los viejos maestros orientales,
a perseverar y ganar por cansancio, por olvido, por resignación, saben que con
el tiempo el agua desgasta la piedra. Esto pasa con los problemas ecológicos,
con el calentamiento global, si una cosa se puede seguir vendiendo por más que
contamine, envenene o generen gases efecto invernadero, se la sigue ofreciendo
en el mercado, lo único que importa son las ganancias y los beneficios
que se obtienen. La basura que no reciclamos, la escondemos en rellenos
sanitarios bajo la tierra, pasando el problema a las futuras generaciones, al
igual que lo hacemos con las deudas externas y la burbuja consumista que
genera, total el costo verdadero lo tendrán que pagar los que están naciendo.
Nos pasa como el efecto de la rana hervida que no se da cuenta que se está
calentando el agua, hasta que ya es tarde, muchos errores que se ven como
normales, tenemos que cambiarlos, actuar de otra forma, cambiar los malos
hábitos. En Garuhapé, los adolescentes tiran botellas de vidrio al arroyo en el
que se bañan, luego caminan descalzos entre sus piedras ¿a qué jugamos?
Lo inteligente es adelantarse a los hechos, aprovechar los recursos que tenemos
para asegurarnos un buen pasar, pero responsablemente, sin comprometer el de
los demás, lo humano es preocuparnos por las futuras generaciones, no podemos
legarles nuestras neurosis, desmesuras y megalomanías, debemos buscar un
equilibrio entre nuestros deseos y el medio ambiente, debemos planificar el
futuro, la urbanización, darle tiempo a la naturaleza para que se regenere, si
fuere por el ser humano, casaría todos los animales, cortaría todos los
árboles, pescaria todos los peces, hasta que no quede ninguno, luego pensaría
que hacer, pero en ese punto no hay retorno, como cuando rompemos algo que no
podemos reconstruir, esa lógica es una sinrazón que habla mal de nuestra
especie, la “más inteligente” del planeta.
Comentarios
Publicar un comentario