
Hay un patrón común
en razonamientos compartidos por grupos de personas; el muro que tiene EE.UU.
con México; con los inmigrantes ilegales en Europa; xenofobia, racismo,
discriminación, justicia punitiva, pero de resolver el problema de fondo no se
lo pone en consideración, la expoliación, el extractivismo, los monopolios, de
eso no se habla, el diagnóstico es tendencioso, donde el otro es la amenaza
genera aprobación política de los coterráneos, aglutinandolos en el tribalismo
instintivo. Echar la culpa al otro es el medio más fácil para quitarse la culpa
de encima, es la excusa más falaz en un mundo de seres humanos, el otro es el
enemigo, pero en esa interpretación hay más odio, neurosis y desplazamiento que
objetividad política ¿pero quién es el otro? el otro es la proyección de
nuestros miedos, frustraciones y traumas, el otro es diferente que amenaza a
romper nuestros castillos de cristal, el otro representa nuestros límites a la
libertad, querer pasar esos límites es lo que rompe el contrato social,
respetarlos es convivir en libertad; las leyes han sido para el ser humano y no
el ser humano para las leyes, lo mismo el mercado. El Papa reflexiona sobre el
valor del prójimo y es tildado de extremista, todo lo que los interpela, es
descalificado por sus periodistas. Si Estados Unidos no quiere inmigrantes
ilegales debe favorecer la economía de sus vecinos, lo mismo europa. El
pensamiento que los líderes populistas son dictadores y no respetan la
democracia, es su consideración cuando un gobierno pone freno a las demandas
externas para favorecer a sus pueblos, la derecha tiene en común la acusación
de corrupción contra los dirigentes populares, mientras ellos se muestran como
los no corruptos !El respeto a la ley y una sociedad igualitaria es lo que hace
la diferencia! además acusan a la izquierda del fracaso económico, Zelaya,
Lugo, Evo, Dilma, son un claro ejemplo de cómo irrumpen el orden
constitucional, acusando falsamente a sus oponentes. La libertad de mercado que
tanto defienden, ve a los marginados como derrotados, prefieren los colmillos a
las alas ¿Es la privatización de las empresas lo que garantiza mayor igualdad?
la experiencia parecería mostrar que no, sin embargo en cada gobierno liberal,
vuelven a reiterar sus anhelos, las garantías del estado se desprenden de una
concepción solidaria de la vida, el liberalismo extremo es como el libertinaje
que daña a la persona en los excesos… en el estado corrompe sus instituciones,
los límites son necesarios y sanadores. Para llevar equilibrio financiero en un
país, hay determinadas medidas que tomar, regulación del mercado, democracia
participativa, inversión educativa, libertad de prensa, justicia independiente,
fortalecimiento de las pymes, darle valor agregado a sus materias primas etc.
El estado potencia nuestras capacidades limitadas, hace que conseguir los
recursos se vuelva más fácil, en una trabajo conjunto y mancomunado, donde el
estado representa nuestra abnegación, solidaridad y renuncia a nuestros
caprichos y egoísmos para ponerlos en pos de un fin mucho mayor, de la
convivencia en paz de las personas que vivimos en un mismo territorio; además
el intercambio de bienes y servicios nos hace la vida más llevadera ¿Cual es el
fin del ser humano? debería preguntarse para comprenderse mejor. Por eso cuando
un sector ponen el estado a atender únicamente sus necesidades, como cuando
quita el impuesto a los bienes de lujo, o dolariza las tarifas con salarios en
pesos, quita las retenciones, libera la importación, aumenta el transporte y
los medicamentos, devalúa y no controla la inflación, por encima del resto,
pervierte el fin para el que fue creado, y se resquebraja la paz social.
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