Derecho a la vida
Hay que honrar la
vida defendiéndola, quien no ama la vida no la merece decía L.da Vinci. En el
ser humano la vida comienza desde la concepción, interrumpir un embarazo no
deseado es terminar con una vida. De lo que se trata de cuidar que no se
produzca el embarazo para evitar tener que llegar a esa instancia, a través de
métodos anticonceptivos adecuados y de una educación sexual que permita al ser
humano comprender la responsabilidad de sus actos. Si sexualmente actuamos como
simios no actuemos luego peor que ellos, ser seres humanos es algo superior. No
se puede reducir la vida a racionalismos, la vida es un misterio para ser
bailado, la vida es sagrada es un regalo de Dios; para el ateo es lo mismo,
allí comienza todo, es un regalo de la naturaleza. Hoy en día hay más muertes
por suicidios que por guerras ¿Qué sentido se le da a la vida? Empecemos por
defender el derecho a la vida. Tomar la decisión de quien vive y quien no,
quien es persona y quien no, quien tiene derecho y quien no, es una actitud de
soberbia existencial, el progresismo, el feminismo que en nombre de los
derechos pretenden decidir sobre su propio cuerpo, se olvidan que vivir en
sociedad requiere acatar normas que están por encima del libre albedrío, y
cuando aparece el otro, aparece un derecho, toma como un derecho poder abortar
libremente con los recursos del estado, no reconociendo derechos al que se está
gestando, es una contradicción, porque todo feto es persona, el respeto y el
asombro que nos debería generar es el respeto hacia nosotros, hacia la
humanidad, el nasciturus nace con los derechos inherentes de tal, no hay margen
de días para el alma, y si lo hubiera es un misterio que no nos corresponde
conocer, la imaginación puede aproximarse, pero hoy con la imaginación puesta
al servicio del placer y el consumo, no puede encontrar alma allí donde hay
mercancía, por eso tampoco se encuentra a Dios, porque a Dios hay que adorarlo
en Espíritu y en verdad, y con el materialismo pragmático reinante no hay lugar
para Dios. Los conservadores que salen a manifestarse en contra del aborto,
pero luego apoyan programas económicos neoliberales que arrojan a miles a la
miseria a los que no les alcanza para criar a sus hijos dignamente y luego
militarizan la sociedad para que no se atrevan a robar. Dios ha muerto dijo
Nietzsche, el ser humano prefiere la soledad al sentimiento de inferioridad con
un ser superior. La Iglesia no puede estar a favor del aborto, porque no puede
ir contra el mandato de Dios de no matar. No es lo mismo que despenalizar el
consumo de drogas o la prostitución, con la vida no se negocia con el placer se
puede especular. Hay que ser coherentes no sólo hay que cuidar la vida en la
concepción sino en todo momento, al niño que va creciendo que no le falte nada
salud, educación, alimentos, esparcimiento, recreación, ocio y juego, cariño y
afecto, y para eso también hay que ayudar a sus padres, con las tres T, tierra,
trabajo y techo.
Comentarios
Publicar un comentario