Deconstruir la normalización
De Darío
Ztajnszrajber: ¿Que es la Posverdad? aunque la verdad no exista se generan como
consensos para establecer que determinadas ideas pasen como verdaderas, todo el
mundo sabe que está todo armado, pero todo el mundo necesita y quiere creer en
eso igual, porque le cuaja, porque le sirve, porque entrama con sus intereses ¿Cómo
opera esa posverdad? En el mundo de los medios opera de una manera que es
posible de ser explicada tomando un concepto de Foucault que es imprescindible
para entender cómo funciona el poder. Foucault trata de correrse de una
concepción represiva del poder ¿Quieren entender cómo funciona el poder hoy? el
poder no reprime, sino que normaliza; no es que viene el poder y dictamina lo
prohibido y lo permitido, sino que el poder va construyendo nuestra forma de
pensar, haciéndolo normal ¡Que fuerza tienen los medios en este efecto de
normalización! van construyendo formatos de pensamiento, la información es lo
de menos, los contenidos fluyen por todos lados, las estructuras con la que
pensamos la realidad. Uno tiene la sensación de que la realidad ejecuta lo que
Los medios establecen como formas de pensamiento. Algunos ejemplos: Primero:
pensamiento binario, sos macho o hembra, sos k o anti k, no hay matices.
Segundo la exaltación de los estados de ánimo, el efecto telenovela, si hay un
problema de tránsito es que vas a perder el día arriba del colectivo, si hay
conflictos de inseguridad tenes que salir armado de tu casa, dispone nuestro
ánimo al servicio de lo que el poder necesita más que de lo que lo que nosotros
después vivimos; la rapidez en el lenguaje y en los tiempos, son dos
características que hacen que los medios normalicen. Para Foucault la
normalización tiene que ver con el hecho de que una norma se establezca como si
fuese normal. Normal no hay nada en este mundo, si algo es normal es porque proviene
de una norma, y si hay una norma es porque alguien la puso, y alguien la puso
porque le conviene porque le sirve ¿Cómo salimos de esto? Foucault dice donde hay poder hay
resistencia, pero ¿qué pasa si el poder cuando se ejerce necesita ejercerse
siempre sobre una resistencia que él mismo construye? no seremos nosotros…. los
insensatos que muchas veces cuajamos en la resistencia que el poder necesita
que nosotros seamos, no solo les estamos dando de comer, lo hacemos crecer
¿cómo salirnos de este esquema? ¿Cómo poder ser algo realmente diferente,
anómalo que rompa la norma, y no que encaje en los enemigos que el poder
necesita tener, qué quiere tener, y le conviene tener? ¡hay formas! Deconstruir
más que construir, partimos de la idea de que una realidad normalizada nos
instala categorías y criterios como si no pudiesen ser de otra manera, cuando
uno deconstruye pone todo en cuestión, y se da cuenta que lo que uno cree hasta
absolutamente cotidiano, propio de su realidad diaria, esos conceptos básicos
de los que uno nunca dudaría también pueden ser deconstruidos, ir mostrando que
en el fondo son construcciones que pueden ser de otro modo. Con la crisis de la
política tradicional parece haber ganado la antipolítica, no solo en los
estratos institucionales del estado, gobernados también en los medios, en el
sentido común hegemónico que se fue construyendo, parece que un medio de
comunicación que quiera romper contra la normalización, es una oposición frente
a la antipolítica, que es la repolitización de la realidad. Hoy en día nadie
expresa mejor esta lucha que el feminismo, sobre todo el concepto que lo
personal es político, esto significa que donde el poder nos convence de que no
hay que hacer política, en esos lugares donde el poder nos convence de que no
hay que hacer política, es donde más política hay que hacer, donde más lugar
tiene que hacerse la resistencia, por eso un medio que se pelee contra la
normalización es básicamente un medio que entiende que lo personal es político.
Verlo:
https://www.youtube.com/watch?v=BQn7EZTLhgM
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