Trabajo
Un
obispo Mormón en EE.UU se vistió de Indigente para ver cómo sus feligreses lo
trataban y para su sorpresa obtuvo indiferencia y rechazo. Hay que hacer el
bien no para quedar bien, sino porque el bien tiene un efecto multiplicador y
boomerang donde nos vuelve. Dar trabajo es hacer justicia Social. Con las
ganancias de la empresa se puede agrandar la casa, cambiar de auto, ir de viaje
al extranjero, disfrutar de alguna playa, ahorrar, invertir, jugar; pero una
cosa que nunca se piensa, es la capacidad que tiene para dar trabajo. Claro
aprendimos a obtener ganancias reduciendo los costos, donde el trabajador en el
imaginario empresarial, es parte de los costos, nunca de las ganancias; pese a
que el empleador se queda con la plusvalía, por lo que se busca siempre
reemplazarlos con maquinas y robots, los que tienen virtudes, nunca se cansan y
no te hacen problemas laborales, pero el ser humano queda relegado. Es ahí
cuando se deja de pensar al trabajo como un medio natural de distribución de
ganancias. En el mundo el 1% de la población mundial tiene el 40% de las
riquezas del planeta y el 80% de la población vive con el 2% de las riquezas. Los
ricos aprendieron que si prestan dinero a los pobres con intereses pueden multiplicar
las ganancias, vivir sin trabajar y subyugarlos con cadenas imaginarias, por
eso ese griego quemó su casa y arrojó su auto por el acantilado sentándose a observar
desde el patio para no entregárselos a los bancos, hay que pensar que delito genera
más daño, ese o la usura. A la tierra se la llena de agrotóxicos y
fertilizantes, a los campesinos se los despoja de sus tierras y a los
trabajadores se los remplaza por robots, en este mundo cada vez hay más lugar
para las corporaciones, para los bancos, pero no para las personas. Una clara
metáfora de este sistema es esa película en la que el tiempo es la medida de
cambio, donde algunos tienen de sobra y otros se mueren en el intento por tener
un poco más. Por eso dar trabajo a personas de carne y hueso, de alma y
espíritu, es no solo un gesto cristiano, sino humano. Es una manera de
distribuir las riquezas y hacer justicia social. No hay que ser socialista, ni
comunista, sino saberse parte de una sociedad donde cada ser humano es
importante y tiene los mismos derechos, necesita para desarrollarse los
recursos mínimos indispensables, los que se convierten en una mejor calidad de
vida para todos, porque en una sociedad donde reina la justicia social es más
bello vivir, la delincuencia merma, la cultura aumenta, la recreación brota como
la flor, la gente vive, no solamente sobrevive. Cuando termina la película, la
lista de Schindler, se puede ver al empresario triste, porque si hubiese
empeñado su auto, hubiera podido salvar diez vidas más del Holocausto Nazi. No
estamos en tiempos de guerra, pero reducir el plantel laboral, no es lo más
humano en estos días en los que la economía está en función de las ganancias no
del ser humano.
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