Aborto

Los que están a favor del aborto argumentan que la vida de la madre está por encima de la vida del embrión. Los que están en contra argumentan que no se puede poner en la balanza las vidas de las personas. Los que están a favor piensan que la vida del ser humano comienza si así la madre lo desea, en cambio los que están en contra exponen que la vida del embrión ya es un ser independiente con derecho a vivir, por más que necesite del cuerpo de la madre para poder perdurar; expresan que la vida comienza desde la concepción, cuando el espermatozoide se fusiona con el ovulo. Bajo estos puntos de vista, podemos ver que la vida es importante para ambos grupos, solo que los que están a favor del aborto priorizan la vida de la madre, o sea que antes que la vida están prevaleciendo la libertad de ella de decidir si tener o no tener la vida que lleva en su seno. En cambio los que están en contra del aborto priorizan la vida de la persona en potencia por sobre la libertad de la madre, porque aunque no haya una barrera tangible para decidir si es un ser completo o no, corresponde darle amparo, porque si algún día todos fuimos embriones indefensos, demuestra que el misterio de la vida comienza en la fecundación. Por eso se considera que la vida del niño intrauterino es algo que el estado debe acompañar como lo hacían los romanos antes de Cristo, llamándolo el Nasciturus y cubriéndolo con las normas jurídicas. Por lo tanto las personas que están a favor de la legalización del aborto, argumentando que de esta forma se salvarían muchas mujeres que fallecen por practicarse abortos clandestinos al no tener un aparato estatal que facilite la operación; es la salida mas cómoda ante un problema, pero no la más ética ni la mejor; la que responde a la misma lógica que en la historia se ha utilizado para abusar del derecho, pues ante un problema se opta por la solución más utilitarista, para evitar un problema mayor, este que suele ser imaginario e ilusorio, ya que es futuro y no presente, mas producto del ethos social que de la realidad. Frente a al aborto, hay otras alternativas que el estado debería capitalizar con proyectos que salven la salud de la madre o madre en potencia, desde la educación sexual, la adopción, métodos anticonceptivos, el plan nacer, la asignación universal por hijo, cosa que el estado está haciendo pero si hay cientos de mujeres que todavía mueren por abortos clandestinos, no es porque el aborto inducido es ilegal, sino que es por falta de educación, todavía las políticas públicas son insuficientes. No me cierran en la cabeza los argumentos a favor del aborto como solución final, porque son muy peligrosos, cuando en la historia se han utilizado este tipo de razonamientos lógicos, solo se han hecho exterminios. Porque no hay soluciones fáciles para problemas difíciles, porque el ser humano es más apto que los animales para superar la ley del más fuerte, porque no es un buen argumento defender la vida con la muerte, hay que defender la vida de todos, no solo de los que tenemos signos inequívocos de vida, sino de los que están por nacer. Por ejemplo frente a la superpoblación que va a ser un problema, no es el aborto lo que va a ser la solución, si no que es la educación, la anticoncepción, la planificación familiar. Y cuando viene un chico de improvisto es mejor darlo en adopción que abortarlo, esto es mucho más sano para la psicología de la madre. Con solo unas semanas de gestación ya se puede escuchar el latido del corazón del niño intrauterino, es algo increíble, sacarlo por que molesta nuestro imaginario de vida, porque irrumpe nuestra egoísta e individualista línea de tiempo, es no saber afrontar los retos que presenta la vida, porque en cada momento puede surgir lo impredecible, y lo mejor es aceptar lo nuevo que nos trae y no lamentarnos por él.

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