Reelección en San Juan



El gobernador de San Juan, José Luis Gioja, anunció anoche su triunfo en el plebiscito que se desarrolló en esta provincia, donde se votó por el “Sí” y el “No” a la enmienda constitucional que permite su re-reelección. Gioja afirmó fue “un verdadero triunfo de la democracia”. El Artículo 175 de la constitución de San Juan dirá así: “El Gobernador y el Vicegobernador duran cuatro años en el ejercicio de sus funciones y pueden ser reelegidos consecutivamente hasta dos veces".  El gobierno para funcionar como tal debe respetar los principios de un estado de derecho como la legalidad, el que implica el sometimiento del Poder estatal a la ley, lo que a través del  consenso le da la legitimidad.  Aunque no es lo mismo que una reelección indefinida le es igual, pues el que detenta el poder con todo el aparato estatal siempre está en superioridad frente a su opositor, esto contradice los principios de una  República, lo que en vez de empujar al progreso lo detiene, pues este necesita cambios, al igual que el motor de un automóvil necesita cada tanto un cambio de aceite. El tiempo de gracia que te da la ley, si no se sabe aprovechar, prorrogarlo no es más que atrasarlo.  Pues aunque se respetó la Soberanía popular, esto es que el poder le corresponde al pueblo, a la mayoría; mengua la igualdad ante la ley, pues los que no tienen las arcas del estado para las campañas electorales siempre están en una patente desventaja.  Generalmente al reelegirse varias veces una persona en el poder se vuelve más personalista, autoritario y déspota, lo que genera un deterioro a la División de poderes, pues quedan eclipsados por el líder fuerte.  Es fundamental que en democracia se respete la periodicidad de los cargos de gobierno, ya que esto es lo que garantiza el debido proceso democrático, que queda interrumpido sí todo funcionario se pone a buscar su reelección. El principio de la responsabilidad de los funcionarios hace que se deba responder por los actos de gobierno, pero también hace que se  deba gobernar con el ejemplo, pues los jóvenes están mirando, y eso se hará costumbre. Si cambiamos la ley a nuestro gusto y placer debemos saber que quitamos seguridad jurídica al Pueblo, y esto siempre tiene un costo político y social elevado, pues muchas veces a generado golpes, crisis e inseguridad.

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