Equilibrio Natural



El ser humano de hoy día se ha divorciado de la Naturaleza. Pero ¿Cuáles fueron las razones de esta separación? ¡Si anteriormente eran fieles amantes! esta le daba de comer y lo cuidaba, el ser humano sacaba lo necesario para vivir directamente, así se percataba lo generosa que es, pero ahora donde uno puede salir a correr por caminos virtuales y comprar moluscos en la carnicería de la esquina, estamos desorientados miedosos de la próxima lluvia. La revolución industrial precisó de materia prima para poder elaborar sus productos, para esto instituyeron colonias donde explotaron tanto a las personas como a la naturaleza, ambos pasaron a tener un rol utilitario, que hay que dominar y controlar para sacar provecho. Pero la naturaleza se está empezando a cansar y está luchando por su libertad, sacudiendo su piel. Si no somos capaces de ver en la naturaleza a la poesía viva, a la amante dichosa que antes nos hacia cosquillas con la corriente del arroyo, nos acariciaba con la briza del viento, nos mostraba la eternidad de su horizonte invitándonos a adentrarnos en su aventura. Pero el hombre de negocios enfrió esta parte, se volvió materialista y práctico, la poesía la dejó para los seres débiles, pusilánimes, idealistas, que no saben de la voluntad de poder, aprendió a ver la vida como competencia,  que si uno no está dispuesto a disparar, cortar, quemar, arrasar, vender, olvidar, no va a ganar, así mato a Dios pues no lo entendía, así corta los lapachos porque le molestan sus raíces, y no es capaz de apreciar la magnificencia divina de su flor. El hombre exitoso pasó a ser el que más bienes mundanos tiene, destacándose en la prensa, convertidos en modelos a seguir, lo que no cuentan es que es el mínimo de la población. Apurado así por comprar y vender o lo pasan por encima, corre desenfrenadamente por la lucha por la supervivencia que nos está llevando a la extinción, ironía de estos tiempos, vivimos en un desequilibrio natural que se manifiesta en nuestro espíritu, la naturaleza esta arrasada y el ser humano ansioso y deprimido, sin naturaleza, sin poesía, sin Dios. Por eso si no recuperamos la capacidad de asombro, de la poesía, del lapacho en flor, no vamos a poder recuperar al ser humano, ya que sin equilibrio natural tampoco habrá equilibrio mental.



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