Laborem Exercens
La Encíclica Laborem exercens dice que: el hombre se nutre con el pan del trabajo de sus manos, con del pan de la ciencia y del progreso, de la civilización y de la cultura, este es la clave de toda la cuestión social. La técnica puede transformarse de aliada en adversaria del hombre, como cuando la mecanización del trabajo suplanta al hombre, quitándole toda satisfacción personal y el estímulo a la creatividad y responsabilidad; cuando quita el puesto de trabajo a muchos trabajadores antes ocupados, o cuando mediante la exaltación de la máquina reduce al hombre a ser su esclavo. El acelerado proceso de desarrollo de la civilización unilateralmente materialista, en la que se da importancia primordial a la dimensión productiva del trabajo, dejo relegada a la persona en nivel secundario, como una mercancía o como una anónima fuerza necesaria para la producción, como un instrumento y no según la verdadera dignidad de su trabajo, o sea como sujeto y autor, como verdadero fin de todo el pro...