La demonización como fenómeno sin razón

 Separar la paja del trigo es una costumbre humana, pero cuando se trata de separar personas entre buenas y malas con tantos intereses materiales detrás generalmente es para someter controlar y dominar a un sector de la población. El fenómeno actual es que las redes sociales han logrado de manera abrupta convencer a las personas de sus ideas alimentando su sesgo, fortaleciendo su posición, rechazando urticariamente al contrario, eliminando toda capacidad de análisis y toda voluntad de diálogo y ejercicio dialéctico, que es llevado a una batalla campal donde lo único que buscan los opuestos es denigrar al contrario sin llegar a intentar comprender su intención, puntos comunes, siempre hay acuerdo de como organizarnos bajo el respeto de los derechos, suele pasar que esta frontera ciertos sectores influyentes la pueden correr para su beneficio, ocultando los daños colaterales que generan. Las corporaciones no solamente acaparan el capital sino que actualmente están acaparando en las narrativas a través de los medios de comunicación y las redes sociales generando un monismo filosófico extremo y peligroso, no solo se adueñan de la tierra y el capital si no de la realidad virtual, de la psicología, un territorio que han aprendido a sembrar para saber qué ideas cosechar; y  al igual que las semillas transgénicas modifican tanto el ADN que los frutos ya están condicionados desde su origen. En la Argentina se han llegado a demonizar al kirchnerismo hasta el punto de que las personas han llegado a asociar la maldad misma con este fenómeno político, tanto que ex presidenta sufrió un atentado fallido contra su vida, de un grupo de jóvenes que se consideraban heroicos patriotas por llevar adelante el magnicidio. Los hechos sociales son complejos y dependen de muchos factores que los determinan, cuando de lo que tratan es de asociar culpas, responsabilidades de hechos negativos a estas personas lo único que consiguen es que la población se enoje pero que no llegue a entender ni resolver los problemas que hay en el momento ya de lo único que tratan es de quemar al culpables en la plaza pública como antes quemaban a las brujas y de esa forma solo sacian su hambre de venganza, su fastidio conducido y su tedio inducido, sus argumentos existenciales para combatir el mal, sintiéndose los buenos; sabemos por la historia que esto es un error, que no resuelve los problemas de todos los grupos sociales sino solamente un sector por sobre el otro.