En el fondo son peronistas
Los argentinos en el fondo son peronistas, según encuestas casi el 90% de la población es cristiana, donde la idea fundamental es amar a Dios y al hermano, y qué mejor herramienta que la política para facilitarle la vida a otro hijo de Dios que no tiene las necesidades básicas satisfechas. El odio antiperonista, es como un espejo donde las personas odian una parte de su ser que no les gusta, un defecto que quisieran cambiar, pero no pueden porque es parte de ellos, el peronismo es una doctrina que legó el general Juan D. Peron que otorgó derechos a los trabajadores la mayoría de los argentinos son trabajadores, las clases altas son un pequeño sector pero con mucho poder, el que tiene el capital puede incidir siempre en las políticas económicas a llevar adelante en un país, pueden generar precios, (casí el 80% de los precios de góndola lo ponen 20 empresas) tarifas (4 empresas generan y 3 distribuyen), especular con la venta de la cosecha, con el dólar blue, etc. siempre velaran por sus intereses, cuando se habla de libertad sin velar por la igualdad, solo se instala un libertinaje timocrático (forma de gobierno en la que los únicos que participan en el gobierno son los ciudadanos que poseen un determinado capital o un cierto tipo de propiedades) libertad sin responsabilidad es fraude. Ganó candidato Miley que representa el anhelo de muchos argentinos: hacer un pueblo más desarrollado, tener más poder adquisitivo, poder consumir más, no ser tan perjudicado por la inflación; pero todas sus promesas de cambio quedan diluidas ya que el pequeño sector de clase alta utiliza sus influencias para que las políticas les convengan a ellos quedándose con más recursos y riquezas que el trabajador jamás puede acceder; por no tener los medios para ello, ya que la tierra es clave, si está concentrada, muchos quedan relegados de sus frutos, y las PYMES les costará más florecer. El problema es que la clase baja y la clase media votaron a quienes decían ser los que iban a llevar sus anhelos adelante; fraude y mentiras tantas veces repetidas en este país donde siempre salen beneficiados los mismos, que se enriquecen más y obtienen recursos claves, como el agua, litio, petróleo, gás, que son demandados por el mercado global. Para ello utilizan las tácticas que ya les funcionó tiempo atrás, pero como la educación histórica debe mejorar y el público se renueva, logran imponer las mismas medidas y políticas porque quieren creer en falsas promesas como adolescentes sin experiencia soñando un futuro mejor; a veces por temor a no sufrir agresiones del más fuerte, ya que son la parte débil en el mercado; por eso el estado busca mecanismos para defenderlos, otras veces por admiración al aspirar ser igual que ellos, para pertenecer lo que le suele pasar a muchos profesionales que a pesar de su bienestar no están conformes. Es verdad que el peronismo comete muchos errores, hay actores que cometen enriquecimiento ilícito o incumplimientos de medidas que todos debíamos acatar, o dar prebendas a personas a fin, pero eso no quiere decir que hay que cambiar todo el sistema borrar todo; hacer tabla rasa; empezar de cero, pretender que con medidas ortodoxas de la economía se va a generar un gran cambio que es una falacia porque no tiene en cuenta las multiplicidad de variables, de factores, grupos de poder, los actores y factores exógenos y de personas que hay en este país. Siempre habrá menos riesgo en una economía planificada, que perdure a través del tiempo y que incorpore los mecanismos de subsanación de las fallas que van apareciendo; claro que los que pueden y sientan que no les conviene utilizarán todas las herramientas a su alcance para lograr sus objetivos, utilizarán símbolos para generar odio, así sumar a muchos a su causa ya que el odio es más fácil de contagiar que un teorema, tergiversando la voluntad democrática y así obtener ganancias estrafalarias.
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