Barril sin fondo



Los buitres son aves rapaces que suelen alimentarse únicamente de animales muertos. El premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, aseguró que la decisión del juez de Nueva York Thomas Griesa, respecto al litigio entre Argentina y los fondos buitre, generó “un real problema” para las reestructuraciones futuras de deuda soberana, y reiteró su llamado a seguir trabajando para establecer la creación de un marco legal internacional que brinde soluciones al tema. Hay que establecer normas que permitan legitimar la forma en que son reestructuradas las deudas donde los países mantengan su inmunidad soberana. Mientras un 92% de los acreedores aceptaron ingresar en los canjes de deuda de 2005 y 2010 ofrecidos por el gobierno argentino, “un 1% se comportó como los buitres volando a la corte de los Estados Unidos aprovechando la estructura legal de Nueva York”. Compraron bonos, no con la intención de negociar sino “con la intención de demandar al país, tenemos que tener claro que no son inversores, solo buscan sus propios beneficios. Si no hay un marco legal internacional para las reestructuraciones de deuda, así como las caries pueden terminar con los dientes, las deudas pueden hacerlo con la economía de un país, y las prótesis al igual que las recetas del FMI nunca resultan cómodas . Si se hubiese pagado lo que el juez Griesa quería, la deuda se hubiese multiplicado a 20 mil millones de dólares empujando al país al default. Claro se puede ajustar el cinturón y recortar salarios, jubilaciones y pensiones como prometen algunos políticos, sin medir el costo de sus palabras pues esto recorta el pan de la mesa, el techo de la casa, el pantalón de los hijos, los libros de la escuela y la vendas de la enfermería.  No hay que apostar las fichas equivocadas en la ruleta financiera, pues podemos perderlo todo, incluso la dignidad. Las deudas hay que pagarlas dicen los moralistas, aunque sea con pobreza; ahí es donde se contradicen, y sus palabras pierden valor, seamos moralistas y defendamos lo defendible, en los litigios civiles hay bienes inembargables, lo mismo debe pasar en los juicios internacionales, la salud de la gente, la educación y la nutrición son bienes inembargables, cuidemos la democracia, que con el estómago vacío nadie se puede poner a pensar, negociemos con justicia y razonabilidad. No nos coloquemos el yugo que nos ofrecen por más que parezca suave, pues después hay que aguantar los latigazos.


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