Diluvio


Las fuertes lluvias de los últimos días en el Nordeste argentino y el Sur de Brasil y Paraguay provocaron la evacuación de más de 14.000 personas en localidades costeras de las provincias de Formosa, Chaco, Corrientes y Misiones, producto de las crecidas de los ríos Paraguay, Pilcomayo, Paraná y Uruguay. Los datos científicos más recientes confirman que las temperaturas mundiales aumentaron aproximadamente 1 grado Fahrenheit en el transcurso del último siglo, y es probable que aumenten aún más rápido en las próximas décadas. ¿Cuál es la causa? Una capa cada vez más gruesa de contaminación por dióxido de carbono y otros gases invernadero, principalmente de las plantas generadoras de energía y los automóviles, que atrapa el calor en la atmósfera. Los científicos dicen que la Tierra podría calentarse 7.2 grados Fahrenheit más durante el Siglo XXI a este ritmo, así, los niveles del mar aumentarán, inundando las áreas costeras. Las ondas de calor serán más frecuentes y más intensas. Las sequías y los incendios forestales ocurrirán más a menudo. Los mosquitos portadores de enfermedades aumentaran. Y se empujará a especies a la extinción.  Las temperaturas más cálidas aumentan la energía del sistema climático y a veces producen lluvias más intensas en algunas áreas. La precipitación anual nacional ha aumentado entre 5 y 10% desde principios del Siglo XX, principalmente como resultado de fuertes lluvias en algunas áreas. Aguas más calientes en los océanos añade más energía a las tormentas tropicales, haciendo estas más destructivas e intensas. Según el IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático), deberíamos reducir las emisiones de GEI (gas efecto invernadero) entre un 50% y un 80% durante el próximo siglo si queremos menguar los impactos negativos. Existen muchos sectores posibles, entre los que se incluyen mejoras en la eficiencia energética y en economía de combustible. Además de reducir los gases que enviamos a la atmósfera, podemos también aumentar la cantidad de gases que quitamos de la atmósfera. Las plantas y los árboles absorben CO2 a medida que crecen, con lo que “secuestran” carbono de forma natural; además de ser estas áreas esponjas para las fuertes lluvias que previenen las grandes crecidas de los ríos. Somos parte de la naturaleza, si queremos vivir dignamente, debemos tratarla con dignidad, porque todo lo que le hacemos, nos lo hacemos, nos devuelve lo que le arrojamos, nos cobra lo que le quitamos y nos da lo que queramos si la respetamos.




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