Drogas

Durante la ley seca en Estados Unidos el consumo de alcohol fue mayor que en tiempos donde era libre su consumo. El presidente Uruguayo José Mujica dio argumentos a favor de la legalización de la venta de marihuana por parte del Estado. Dijo: “En las últimas décadas, el peor flagelo para América latina ha sido el crecimiento constante del narcotráfico por su carácter de alto riesgo y suculentas ganancias. Agrego: Hoy, uno de cada tres presos lo está por delitos relacionados con las drogas. Introduce prácticas de “ajustes de cuentas”, de soborno; impone dominios territoriales. En varios países el narcotráfico intervino en las campañas electorales. Por si fuera poco, usa las cárceles como cuarteles de organización y comando a distancia. El incremento del narcotráfico tiende a generalizar la violencia en las diversas relaciones de la sociedad. Por eso Mujica propone como solución al problema: El consumo controlado y a la luz del día, como hizo Uruguay con el estanco de alcohol, con la prostitución y su regulación, con el divorcio, etc., etc”. La droga es una realidad, no sirve mirar para el costado, prohibirla es promoverla en la clandestinidad dejando un mercado negro de violencia que mueve millones, compra conciencias, gobiernos, fuerzas públicas, etc. ¿No son las drogas la anestesia a un sistema económico bastante doloroso? La droga es una evasión a la realidad; la pregunta que debe hacerse la sociedad es ¿Por qué las personas quieren evadirse con sustancias toxicas a la realidad? ¿Por qué se juegan la salud en el presente comprometiendo su futuro? ¿A caso la sociedad no debe proponer un futuro esperanzador? no debe dar una buena calidad de vida en el presente, con trabajo, salud y justicia, con clubes para la recreación, plazas, etc. Proponer algo mejor es la solución. Ahí está el desafío. El premio debe ser mejor que el castigo. Hay que poner en la balanza, que genera más daño, la enfermedad o su remedio. La droga es una felicidad pasajera, la cuestión es encontrar la felicidad que cada día se recrea. La prohibición de las drogas no es la solución, es solo la negación, como el mecanismo de defensa psicológico, no resuelve el problema, solo lo evade. Enfrentarlo con medidas positivas como nuevas propuestas de ocio y recreación, de trabajo y educación, deporte y salud, en una palabra dignidad, es como se puede combatirlo, pues ya vimos que con solo prohibirlo no basta, pues en vez de resolverlo lo promociona por el lado de las tentaciones prohibidas que tanto gusta probar al ser humano. Además es bueno pensar que no se puede tener absoluto control sobre todas las cosas. .

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