Trenes como la gente
51 personas murieron, 703 heridos al chocar el tren de la línea Sarmiento que ingresaba a la estación de Once en Bs.As. contra el paragolpes de contención de esa terminal. Cuando uno viaja en auto, debe poseer cinturón de seguridad, en moto, casco, son medidas de seguridad necesarias para evitar en lo posible heridas graves en caso de accidente. Me acuerdo viajar en esa línea, íbamos apretados como vacas rumbo al matadero, cualquiera se da cuenta que en esa condición en caso de accidente son mayores los riesgos de que haya lesionados. Accidentes como el que pasó pueden ocurrir, por lo que hay que estar preparados con las medidas de seguridad pertinentes, para que en lo posible no haya que lamentar víctimas fatales. Los autos cada vez están mejor diseñados para soportar siniestros, los trenes también deberían, pero con trenes de los año 50 previamente gastados por Japón, es manifiesto lo arcaico de la carrocerías y de la tecnología. En Europa los trenes aparte de estar limpios y llegar puntuales poseen butacas confortables, para que el viajero se sienta seguro y cómodo. Este accidente desmitifica el mito de que lo privado se administra mejor y es más eficiente que lo público, pues son las ganancias lo que no les deja ver a la gente. Por algo será que en la mayoría de los estados liberales, el estado es el que se hace cargo del tren. Como paso en Inglaterra en un accidente donde hubo varios muertos y heridos por que los trenes y la infraestructura no estaban debidamente mantenidos pues al ser privados, se olvidaron de cuál es su misión a parte de sus intereses. Si el ferrocarril trabaja a pérdidas, mientras sea una fuente de trabajo, y lleve a la gente a su trabajo, más que perdida es una inversión. Hoy los trabajadores ferroviarios reclaman ellos la administración de este servicio, comprometidos con la gente que deben llevar, quizá habría que escucharlos, ya que ni el estado, ni los privados han podido darnos trenes como la gente.
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