Fijate que compras que sera tu tiempo... tu vida
Cada uno compra según sus gustos y placeres, hay algunos que le gusta tal marca, tal auto, tal ropa, algunos tienen gustos personales, otros inducidos por el grupo, pero el individuo se siente libre y compra lo que piensa que le hace bien, por más que solo sea su fábula. Así como compra cosas, compra ideologías, luego con determinada ropa o ideología se siente parte de una tribu con la que se identifica y la defenderá como parte suya, ciegamente, impunemente, es tribal y atávico. Para que entiendan un poco el proceso mental para poder elegir mejor, cuando una persona ingresa a un gimnasio no puede levantar 100 kilos el primer día, a no ser que tenga condiciones físicas y entrenamiento previo para hacerlo, generalmente puede llevar varios años hasta alcanzar el objetivo, es un proceso. Las personas votan cada 4 años, muchos jóvenes se dejan llevar por las apariencias, pero el conocimiento que deberían forjar para tomar una buena decisión como ciencias políticas, economía, historia, derecho, sociología, ética, estadística, ciencias de la comunicación, son solo conocidas superficialmente, pero cuando va a votar o a defender a su tribu, lo hace como si pudiera levantar 100 kilos en banco plano o como que su tribu fuese superior, recuerden lo que decía un líder, somos superiores ética y estéticamente, y esto es un error, porque con apenas unos conocimientos inducidos por agentes de propaganda, defiende a su tribu a capa y espada, pero sin ver la totalidad del problema, ni tener un conocimiento holístico que le permita comprender la realidad, las posibles y mejores soluciones. Cada uno va al teatro pero con una cámara subjetiva, viendo la protesta del lado que ya eligió antemano, si es policía o manifestante, jubilado o gobierno, toma partido, asume su defensa y es capaz de mantener cualquier argumento que beneficie a su clan, utilizando todo tipo de artillería lingüística para desprestigiar a su contrario, vengan zurdos decía un policía desde un camión hidrante emulando a su líder que en sus discursos habla de buenos y malos, de blanco y negro. Y lo peor es que los objetivos nobles como la justicia, el derecho, la libertad, la república, son sólo conceptos abstractos que son utilizados para atraer a los inocentes e ingenuos que creen que el camino del progreso y el cambio es dándole más poder al poder, quitando límites y obligaciones legales. La persona ya compró una ideología con la que se siente identificada y está dispuesto a poner la mano en el fuego para defender sus principios y valores, pero eso no le debería quitar la capacidad crítica de hacer un análisis más objetivos de los hechos y el derecho para que no nieguen la realidad y sus consecuencias, como puede ser que la ministra de justicia denuncia a una jueza de prevaricato que siguió el debido proceso constitucional para tomar una decisión como así se espera que actúe, eso vulnera la división de poderes y pone en peligro a la república.
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