¿Que es el populismo?

 


Christophe Guilluyad escribió “No sociedad” donde plantea que se ha roto la vieja organización social de clases, ahora la sociedad se estructura en un mundo de arriba y de abajo, con el problema de que existe una profunda fractura, por el abandono de los valores de vida que tenía la clase media occidental, por los sectores asalariados caídos en la década del 80. Pero el costo de las reformas neoliberales no sólo significa el sacrificio de  la clase obrera sino el de la sociedad misma. Esta lleva latente la muerte del bien común, las clases obreras han desaparecido a manos de  la desindustrialización y se han relegado a ser minorías aumentando el número de pobres, tener una clase media mayoritaria es lo esencial y no parece ser visto. El discurso mediático sostiene que las clases medias progresan y se benefician, pero la realidad ha venido a desmentirlo, la prueba es la marea populista en todo el mundo, se sostiene en población es con un mismo patrón geográfico, ser periferia urbana y rural, se trata de clases modestas que antes eran clases medias, este movimiento desnuda la globalización, la desaparición de la clase media. Las clases bajas son mayoritarias en todos los países, una población expuesta a una doble inseguridad, la inseguridad social y cultural; son relegados los obreros y agricultores, los empleados y pequeños trabajadores de oficina, los jóvenes de sectores populares, los viejos, los jubilados, forman parte del retroceso de la vieja clase media occidental, el crecimiento de la economía no se acompañan de mejoras laborales reforzando las desigualdades. En EEUU con pleno empleo, 50 millones de personas sobreviven con cupones alimentarios. Un indicador es la crisis de los servicios públicos, en todos los países occidentales, la reducción de los servicios, el ajuste de Estado, y la reducción de las jubilaciones, constituyen la hoja de ruta de los gobiernos, la movilidad social se vuelve un mito. Se pierde la idea de conseguir un trabajo estable. Se forman una solidas clases populares y en paralelo se forma una importante clase alta, los nuevos beneficiados por la globalización. El cine, la televisión, los medios y la universidad, se encargan de demoler el edificio cultural de las clases populares, generando la idea de inadaptados, racistas o idiotas. Se deposita la basura en las clases populares y se pone la pureza en las clases dominantes, se construye la idea de una clase superior, con supremacía moral frente a los culpables. Las clases dominantes pueden impulsar todas sus reformas en nombre del bien común. El mundo de arriba ha decidido desinteresarse del mundo de abajo, la sociedad ha llegado a su fin, no por la lucha de clases sino por la negación de las clases, por la invisibilidad de los marginados. La nueva burguesía se atrinchera, las grandes ciudades se transforman en fortalezas que toleran cada vez menos la diversidad cultural, deseosos de la independencia ya que concentran los poderes financieros, económicos y políticos; toman la forma de la lucha contra el populismo, mediante una ideología liberal libertaria, adosados a la búsqueda de una independencia fiscal. Obligado a financiarse mediante bancos privados el estado pierde parte de su soberanía, las finanzas toman el control de la economía y la política presionando  por la reducción del gasto y el desmantelamiento del estado de bienestar; el endeudamiento  viene a reemplazar la creación de empleos, y pesa sobre los pueblos y las futuras generaciones. El ajuste se hace en nombre del bien, y de esa forma la clase dominante impone sentido, en la economía, en lo social y político. La clase política se dirige a cuotas de mercado, los partidos hacen marketing. Pero las clases populares se están haciendo impermeables a sus discursos, obligándolos a abordar temas prohibidos, soberanía, proteccionismo, servicios públicos, rechazo a la desigualdad, fronteras, es un error pensar que el populismo es una acceso de irracionalidad, más bien es la expresión política de un proceso económico, social y cultural de fondo, presentado por las clases dominantes como fascistas, el populismo es movimiento de mayorías profundamente democráctico,  es un regreso al pueblo, y responde a la necesidad de recuperar a la sociedad. El sistema actual es una democracia sin pueblo, las clases dominantes deberán unirse a la sociedad o dejarse caer en el caos que ellas mismas han generado. 





Comentarios

Entradas populares de este blog

Efecto Hawthorne

Comer, coger y dormir

Todo preso es político...