Masacre de Orlando
La masacre de Orlando, me hizo retrotaerme a la masacre del teatro Bataclan, en Francia, y la masacre de Noruega, en la Isla Utoya. Aunque los motivos no fuesen los mismos, los autores de estos hechos lograron llamar la atención de la sociedad. Pero la muerte como medio para hacerlo no tiene mérito. Ante el terror la gente se defiende, y cuando lo hace, suele generar más terror, el problema es que muchas veces pagan los inocentes; esta consecuencia no la tienen en cuenta, que terror con terror se paga, que la violencia genera violencia. Solo la vida puede dar más vida, solo la paz puede dar paz, y es en la cocreación con Dios donde la vida se recrea, no en la destrucción donde se retroalimenta la muerte. No se puede encontrar racionalidad en actos irracionales, sólo patologías mentales, pero cuando los estados, los gobiernos generan violencia, bombardeando poblaciones, o sembrando cizaña entre sus ciudadanos, no pueden pedir a sus habitantes que actúen de otra forma, porque si la palabra convence, el ejemplo arrastra, en cierta medida están legitimando la violencia como medio para resolver los problemas. Es un medio rápido y eficaz para quitar a un lado al que se interpone en el camino, al que estorba en los planes, pero esto no lo hace válido. Se puede buscar otros caminos para lograr los mismos objetivos, sin la muerte y destrucción. Claro suelen ser más lentos, como todo camino tiene su trayecto, sus dificultades, son estas la que le dan mérito, las que consiguen multiplicar sus efectos y dejar buenos frutos, solo las cosas buenas perduran en el tiempo, las malas solo las retrasan. Para tener un millón de pesos puedo robarlo al banco como puedo trabajar para ganarlo, estudiando, trabajando, invirtiendo etc. el objetivo es el mismo, los medios no, y son los medios los que deben justificar el fin no a la inversa, como decía Gandhi no hay caminos para la paz, la paz es el camino. Cuando la finalidad es la muerte, el daño y la violencia, se parte de una axioma errado, porque no hay premisa posible que pueda salir de la muerte, ya que es la negación del ser, de donde nada sale y donde nada se consigue, el terror quizás, que como el ruido de una bomba ensordece, pero luego vendrán las represalias, nada, solo perdida de energía, daño y dolor que termina afectando al que lo genera. Es como destruir una semilla de girasol, porque no nos gustan los girasoles, se destruye toda su potencialidad de ser una planta y dar frutos. ¿De dónde sale tanto odio reprimido contra el otro? ¿contra el diferente? La sociedad debe emprender caminos de tolerancia y respeto hacia el otro, o siempre sufriremos actos como estos.
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